QUE el futuro de Ensanche 21 está en la cuerda floja no es novedad. PNV y Bildu ya han pedido la disolución de la sociedad municipal. El PSE, aunque piensa que aún tiene un largo recorrido, ve imprescindible que se adapte a las nuevas circunstancias, esto es, que aclare su situación económica. ¿Y el PP? El PP dice que no ha cambiado su postura, que apuesta por mantener la continuidad de un organismo, más en tela de juicio que nunca. Eso en cuanto a la posición oficial del partido porque el alcalde fue ayer más allá en sus declaraciones. Javier Maroto aseguró que no va a permitir que los números rojos de Ensanche 21 desequilibren la caja del Ayuntamiento.

Al igual que la semana pasada hizo el PNV, el alcalde se esforzó por desvincular el Presupuesto de la sociedad del estrictamente municipal. "El acuerdo presupuestario con los nacionalistas alcanza a todo menos a Ensanche 21", aclaró. Lo hizo porque ni jeltzales ni socialistas ni Bildu se creen que la entidad encargada del urbanismo en la ciudad vaya a ser capaz de vender patrimonio por valor de 21 millones de euros, la cifra que aparece reflejada en sus presupuestos para 2013. El propio Maroto lo ve difícil, aunque asegura que Ensanche 21 tiene mucho más para vender que parcelas. Y si no hay ingresos no se pueden afrontar los gastos que tienen la sociedad -entre otros, los de realojos de los vecinos apuntados a los planes renove-. De ahí que a modo de símil con la empresa privada, el primer edil dejase este recado: "O se hacen bien los números... o se dedican a otra cosa".

Eso en cuanto a la parte más dura de su discurso. Porque, a continuación, declaró que tiene un plan B para sanear las cuentas de Ensanche 21. No dijo cuál. Maroto prefiere desvincularse y que sea el consejo de administración quien escriba el futuro de la sociedad. Mientras tanto, sus esfuerzos se centran en que los problemas económicos de la entidad no reviertan en las cuentas municipales, y para ello ha decidido -al menos públicamente- desvincularla, "aislarla" del resto del Ayuntamiento, como a un hijo al que se echa de casa. Una tarea que no le va a resultar fácil porque, autónoma o no, Ensanche 21 sigue siendo una sociedad municipal, para bien y para mal. Y a pesar de que Maroto insiste en que ninguna de las inversiones estratégicas de la ciudad se verá afectada si la sociedad no logra sus objetivos de ingresos, desde la oposición no lo ven así y aseguran que el alcalde no enseña todas las cartas. "En junio de 2011 dejamos once millones de euros que a día de hoy no sabemos dónde están", reclaman los socialistas. Por lo tanto, "es necesario poner luz y taquígrafos a las cuentas de Ensanche 21", exigen desde las filas del PSE, el único apoyo que hasta ahora tenían los populares en el consejo de la sociedad. Además, aunque el alcalde intentó pasar la pelota al consejo de administración en el que hay cuatro consejeros populares y tres de cada uno de los otros tres partidos de la oposición, Patxi Lazcoz aventura que el futuro de la sociedad está en manos del PP. "Ensanche 21 será lo que quiera Maroto que sea", afirma el portavoz socialista.

Los problemas de tesorería de la sociedad -de los que ya ha advertido el interventor municipal-, así como el futuro de la ahora "aislada" entidad se expondrán el jueves en un consejo extraordinario, pendiente desde el mes de enero, cuya celebración urge ya que, si la sociedad se ve abocada a seguir en números rojos, la situación sí repercutiría en la salud financiera del Ayuntamiento. La sociedad urbanística gestiona a día de hoy, bajo las órdenes del gerente, Alfredo Piris, la construcción de la estación de autobuses y los planes renove de Olarizu y Aretxabaleta, además de otros proyectos. Con un presupuesto de 39,6 millones de euros para este ejercicio, prevé ingresar 21 millones por venta de sus propiedades para afrontar, entre otros gastos, los 1,8 millones de euros que se van en las nóminas de sus 27 trabajadores.

vitoria. ¿Necesita Vitoria 27 concejales a tiempo completo? A tenor de las palabras de Javier Maroto, no parece que sea así. El alcalde declaró ayer que -como ciudadano- no entiende que todos los ediles del Ayuntamiento lo sean con dedicación exclusiva. "Estoy a favor de que haya menos concejales cobrando un sueldo", dijo.

Aclarado este punto, a la pregunta ¿cuántos deberían estar en nómina, entonces? Maroto espera que sea la ley de reforma de la Administración local, que elabora el gobierno de Mariano Rajoy, la que responda a esa cuestión. Asegura el regidor que la Corporación gasteiztarra aún no ha tratado este asunto, pero lo hará cuando el Gobierno central apruebe el texto definitivo. Una normativa que prevé reducir el número de cargos políticos en los ayuntamientos, así como las competencias de las instituciones locales, con el objetivo de ahorra dinero y eliminar duplicidades. Un giro en la organización de la Administración local que ya ha suscitado las primeras críticas por parte de quienes consideran que el PP quiere vaciar de contenido los consistorios, y recuerdan que en el Estado ya hay ediles que se dedican a la política de forma altruista, sin cobrar un euro por su trabajo.

De momento, los cálculos hechos para Gasteiz hablan de una Corporación de aproximadamente 18 ediles, serían nueve menos que ahora, con el consiguiente ahorro económico para las arcas municipales. "Espero que la ley sea muy clara y lo deje todo marcado", indicó el alcalde, quien prevé que los cabos sueltos estén perfectamente atados para que los cambios puedan aplicarse desde el 1 de enero de 2014. "En Vitoria se puede seguir haciendo una labor importante sin que los 27 concejales estén liberados (...) Tiene que haber menos políticos cobrando y más trabajando", piensa Maroto.

El mapa político del Ayuntamiento de Gasteiz quedó tras las últimas municipales pintado de cuatro colores: un gobierno del PP en minoría, con nueve concejales, y una oposición formada por PNV, PSE y Bildu, con seis ediles cada uno de ellos.