RUBÉN y Luismi no tuvieron que darle demasiadas vueltas a la cabeza a la hora de plantearse su futuro. Sabían que giraría en torno a las dos ruedas y al concepto de la sostenibilidad urbana, así que se lanzaron a la aventura de inaugurar una tienda especializada en bicicletas urbanas en el corazón de Zabalgana. Y para remarcar el compromiso de su propuesta, lo dejaron claro desde el principio con el nombre. Green city cycles, por si cabía alguna duda de su filosofía verde. El reclamo de la capitalidad verde vitoriana empieza a perfilarse como una baza segura para los comercios y negocios de la ciudad.
Aunque, la verdad es que siempre que se les plantea qué fue antes, si el título de Green Capital para Vitoria o la designación de su negocio, cuentan la misma anécdota. "La verdad es que teníamos pensado el nombre desde antes incluso de saber que Vitoria se presentaría como candidata a Capital Verde Europea. Luego, cuando saltó el tema de la Green Capital a los medios de comunicación, la gente nos empezó a comentar que iba a ser un desastre si no ganaba, así que nos veíamos obligados a justificarnos una y otra vez. Afortunadamente ganó, lo cual le vino muy bien a la ciudad y, de paso, a nosotros", desgrana Rubén.
El concepto de la tienda salta a la vista desde el escaparate: bicicletas eminentemente concebidas para ser empleadas en la ciudad. "Haz deporte, monta en bici y no gastes en gasolina", resume Luismi como leit motiv del negocio. "Al principio vamos a tener un poco de todo, porque vamos a ser la primera tienda de bicicletas de un barrio tan populoso como es Zabalgana, pero nuestra aspiración es convertirnos en el referente de las bicicletas urbanas", completa Rubén.
Y para alcanzar esa meta, los chicos de Green City Cycles no sólo se van a dedicar a vender bicicletas. Ya se han puesto en contacto con otros negocios especializados del sector en Zaragoza, Barcelona, Sevilla, Madrid y Pamplona para establecer, entre todas, el germen de una asociación de tiendas marcadas por el color verde y comprometidos con la movilidad sin afecciones al medio ambiente.
el ejemplo de barcelona Ambos socios coinciden al subrayar que Vitoria resulta perfecta para desplazarse en bicicleta, ya que apenas presenta desniveles. A ello se le añade una mentalidad cada vez más concienciada con la sostenibilidad, aunque en este apartado aún debemos mirarnos en el ejemplo que nos ofrecen ciudades como Barcelona. "El empleo de las bicicletas en Barcelona es mucho mayor. Existe una cultura mucho más arraigada y además tienen un clima muy agradable para andar en bici", señala Luismi.
Lo primero y fundamental para sumarse al movimiento es hacerse con una bicicleta. Pero antes de adquirir una en concreto, hay que pensar en el uso que se le va a dar. Hoy en día están muy de moda las plegables, caracterizadas por su ligereza y transportabilidad. Su estructura se desmonta en cuestión de segundos y caben en cualquier maletero.
Rubén saca de la tienda una Strida y comprueba que, efectivamente, se pliega en menos de medio minuto. Ocupa poco y apenas pesa. En lugar de cadena monta una correa de kevlar que no necesita grasa, tiene una vida mucho más larga que las tradicionales y, para redondear el asunto, no mancha. Perfecta incluso para llevar al lugar de vacaciones y por menos de 600 euros. Aunque, lógicamente, las hay más baratas, de unos 200 euros.
Quienes no tienen problemas de espacio ni necesitan reducir su bicicleta a la mínima expresión, pueden optar por las bicicletas urbanas. Máquinas totalmente ergonómicas y muy ligeras que ofrecen al usuario una postura de pedaleo cómoda.
La bici se adapta al usuario para que no sufra durante los trayectos por la ciudad. Nada que ver con las viejas bicicletas que aparecen en una esquina del garaje y que muchos usan como medio de locomoción habitual con inesperadas y dolorosas consecuencias. "Están estudiadas para que no se carguen los hombros ni la espalda", detalla Luismi.
pedaleo asistido Una tercera posibilidad, también muy urbana y 100% ecológica, son las bicicletas eléctricas. "En realidad, son bicicletas de pedaleo asistido", aclara Rubén. "No son como una motocicleta en la que basta con acelerar para avanzar, es necesario dar pedales continuamente para que el motor eléctrico funcione", completa. Con ellas se realiza un ejercicio suave, sin forzar en exceso el organismo. Muy recomendable para personas mayores, gente no acostumbrada a realizar esfuerzos o, simplemente, usuarios que quieren llegar al trabajo en bicicleta sin romper a sudar. Disponibles en Green City Cycles a partir de 1.300 euros. "Las hay más baratas, pero nosotros apostamos por la calidad. No queremos que los clientes tengan problemas con la batería o con las piezas", indican.
Otro importante capítulo es, cómo no, el de la seguridad. El robo de bicicletas, muy extendido en Vitoria, preocupa mucho a los usuarios, aunque existen soluciones. "Hay que saber candar la bicicleta -instruye Luismi-.
Un candado en forma de U de acero reforzado sirve para el cuadro y la rueda trasera, mientras que para el sillín basta con otro más ligero. Los ladrones no van a por las bicis más caras, sino a por las que están mal candadas. Está comprobado que con un candado de acero en U, los robos se reducen un 80%".