Bilbao - Entre 2010 y 2018 más de 31.600 personas inmigrantes llegaron a Euskadi para iniciar "un proyecto de vida", se sumaron a los casi 180.000 extranjeros registrados hace una década hasta totalizar 211.208 "vascos con origen en otros puntos del planeta" que suponen el 9,7% de la población. La llegada de casi 4.000 inmigrantes al año y su grado de integración configuran una sociedad en la que "la inmigración y la diversidad son estructurales y para siempre", según destacó ayer la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.

La consejera y el investigador de Ikuspegi Arkaitz Fullaondo presentaron los resultados de la última oleada de la Encuesta de Población Inmigrante Extranjera residente en la Comunidad Autónoma Vasca (EPIE 2018) y resaltaron que al analizar la situación del colectivo extranjero se observa "una maduración del proceso inmigratorio", un aumento en su tasa de ocupación, una rebaja en sus niveles de pobreza y necesidad de ayudas sociales y una mejora de su situación administrativa. En el lado negativo apuntaron que siguen existiendo problemas de precariedad y vulnerabilidad, que afectan en mayor medida a las personas de origen africano, y que "ha aumentado la percepción subjetiva" que los propios inmigrantes tienen de discriminación.

Durante el análisis de los datos de la EPIE Artolazabal hizo una referencia especial al colectivo de origen chino, tanto por ser el que muestra mayores problemas de integración, como por su especial situación a raíz de la epidemia de coronavirus. "En otros puntos del planeta se están empezando a producir reacciones xenófobas hacia la colectividad china. Hay que subrayar que el problema sanitario es la enfermedad producida por el coronavirus, no la población china", subrayó la consejera, quien añadió que, según la EPIE 2018, "este es el colectivo con mayor nivel de ocupación laboral, sin paro, ni perceptores de RGI ni de otras ayudas sociales. El colectivo con origen en China es el que más ahorra, pero son quienes se autoperciben como menos integrados y menos predispuestos a la apertura a contactos con la población autóctona, aunque se aprecia una notable mejora con respecto a 2010".

Escasa relación "Una de las conclusiones de esta encuesta -señaló Artolazabal- es que la escasa relación de algunos colectivos con la población autóctona nos obliga a una cuidadosa reflexión para prevenir comportamientos que pudieran llevar a procesos de exclusión y aislamiento". Fullaondo profundizó en la evolución mostrada por las EPIE de 2010, 2014 y 2018 y dijo que aunque las distintas oleadas evidencian que "la diversidad ha llegado para quedarse" y se amplían los orígenes de las personas inmigrantes que llegan a Euskadi, "se mantiene el perfil mayoritario de mujer procedente de América Latina".

También destacó los cambios registrados en la situación administrativa de los extranjeros -"que es un elemento fundamental y crítico para ellos"-, con un descenso de las personas en situación irregular -9.705, el 4,6%, en el año 2018- y un fuerte aumento de las que han adquirido nacionalidad española, que pasan de ser el 20% al 36,4% de los inmigrantes.

"Otro gran cambio se observa en los datos laborales y económicos, ya que el colectivo inmigrante sufrió el impacto de la crisis en 2014 y en 2018 muestra que la recuperación también ha llegado a la población extranjera, aunque hay importantes diferencias en función del origen", indicó Fullaondo.

Población extranjera

Origen. Los latinoamericanos suponen el 43% de los inmigrantes aunque reducen su peso respecto del 46,9% de 2010. La población de origen africano es el 28,3%.

Actividad. El porcentaje de población ocupada, que había caído del 52,1% al 48,4% entre 2010 y 2014, aumenta hasta el 62% en 2018. El paro entre inmigrantes se sitúa en el 15%, frente al 31,4% de 2016.

Ingresos. Para el 59,8% de los extranjeros mayores de 16 años su ingreso principal procede del trabajo. También hay un 24,8% que carece de ingresos y el 7,6% recibe la RGI.