- Transcurrido un mes desde el asesinato de Jovenel Moise los haitianos siguen sin saber quién mató a su presidente, mientras la investigación del magnicidio está en punto muerto. Entre los reproches a las autoridades está la lentitud de los procedimientos, la persistencia de zonas grises en la investigación, la negativa de las autoridades a divulgar información y la falta de respeto a los principios establecidos por la ley.

A pesar de las detenciones, registros, interrogatorios y la incautación de armas y municiones por las autoridades judiciales y policiales, la población tiene grandes dudas sobre la investigación, en un país como Haití, fuertemente marcado por la impunidad y con un sistema judicial disfuncional.

Aunque se señale a Christian Emmanuel Sanon como autor intelectual del asesinato de Moise, el primer ministro, Ariel Henry, y la viuda del mandatario, Martine Moise, han dicho a la prensa internacional que los responsables del asesinato aún no han sido detenidos. La primera dama afirmó en una reciente entrevista con el New York Times que “solo los oligarcas y el sistema podían matarlo”.

El magnicidio fue cometido, según las pesquisas, por un comando de 26 mercenarios que irrumpió en la residencia presidencial en la madrugada del 7 de julio sin hallar resistencia de las fuerzas de seguridad que custodiaban su vivienda en Puerto Príncipe.

Según la Policía, hay 44 detenidos, entre ellos 12 policías, unos por su grado de responsabilidad y otros por su implicación directa en el asesinato.

Entre los arrestados también figuran 18 colombianos, en su mayoría militares retirados, y seis haitianos, tres nacionalizados estadounidenses.

Para el gobierno haitiano, es “un crimen internacional por la presunción de la participación de ciudadanos extranjeros en la planificación, financiación e implementación del ataque”.

Por ello, el ministerio de Relaciones Exteriores ha pedido la asistencia de la ONU para iniciar una investigación internacional sobre el asesinato.