- El expresidente de Argentina Carlos Menem (1989-1999), que marcó una época en los 90 por su personal estilo de ejercer el poder y su gestión liberal de la economía, así como por los escándalos de corrupción, murió ayer por una insuficiencia cardíaca a los 90 años en la clínica de Buenos Aires en la que se encontraba internado desde hace dos meses, aquejado de diversos problemas de salud.

El actual jefe de Estado, Alberto Fernández, también peronista, como el fallecido, mostró su “profundo pesar” y decretó tres días de duelo nacional en memoria de quien, “siempre elegido en democracia”, fue gobernador de la provincia de La Rioja y presidente de la nación, pero también senador, cargo que ocupaba desde 2005.

La despedida pública del presidente que más tiempo estuvo en el poder de forma continuada en la historia del país se realizará a puertas abiertas en el Senado de la nación, según confirmó su hija Zulemita, y su cuerpo será inhumado en un cementerio islámico de la provincia de Buenos Aires, donde reposan los restos del hijo mayor del político.

“Lamento profundamente la muerte del expresidente Carlos Saúl Menem. Nos deja ante todo una buena persona, a quien recordaré con mucho afecto. Mis condolencias a sus familiares y amigos”, escribió en Twitter el conservador Mauricio Macri, también exmandatario (2015-2019).

Tampoco faltó el mensaje de la actual vicepresidenta, Cristina Fernández, jefa de Estado de 2007 a 2015 y una de sus voces más críticas dentro del peronismo: “Ante el fallecimiento del expresidente Carlos Saúl Menem quiero expresar mis condolencias a su familia y a sus compañeros y amigos”, señaló.

Menem, hijo de padres sirios y abogado de carrera, dio el salto a la primera línea política tras ganar las elecciones de 1973 para gobernador de su La Rioja natal, cargo que ocupó hasta 1976, cuando fue detenido tras el golpe que derivó en la última dictadura (1976-1983), y de nuevo desde 1983 hasta las elecciones presidenciales de 1989, que acabó ganando.

Con sus icónicas patillas y su alto perfil, Menem enfrentó la hiperinflación y el estallido social que habían llevado a Raúl Alfonsín (1983-1989) a adelantar varios meses los comicios y el traspaso del mando. Controvertida fue así su gestión de la economía, con una gran apertura comercial y un intenso proceso de privatizaciones de empresas estatales: para derrotar la inflación, algo que logró, en 1991 implantó el “uno a uno” que mantuvo durante más de una década la paridad entre el peso y el dólar.

Un modelo que funcionó durante su primer mandato y convirtió a los 90 en una época de euforia, pero en el segundo -tras su reelección en 1995- empezó a mostrar desequilibrios y acabó explotando y sentando las bases, según algunos analistas, de la crisis del corralito desatada en 2001, durante el mandato del conservador Fernando de la Rúa.

Su forma de gobernar, mezclada con su gusto por las carreras con su Ferrari, su perfil de playboy o sus encuentros con Michael Jackson o Madonna, fue cuestionada dentro del heterogéneo partido fundado por el expresidente Juan Perón (1946-1955 y 1973-1974), por voces como los también exmandatarios Néstor Kirchner (2003-2007) y su viuda Fernández, que lo acusaron de impulsar un neoliberalismo que no consideraban propio del peronismo.

Polémicos fueron también los indultos que firmó en favor tanto de militares que participaron de la dictadura como de los líderes de las guerrillas de izquierda, lo que lo ubicó en contra de los principales organismos de derechos humanos.

Con grandes divisiones en el peronismo, Menem se presentó por última vez a los comicios de 2003, y aunque ganó la primera vuelta, renunció a competir la segunda, lo que dio la victoria a Kirchner, que era favorito.

Los años de Menem estuvieron salpicados por denuncias de corrupción, un tiempo en el que también se acusó a la Corte Suprema de conformar una “mayoría automática” que siempre fallaba a favor del Ejecutivo.

Además de una causa por presunto enriquecimiento ilícito que lleva abierta tres lustros, Menem fue detenido en 2001 preventivamente seis meses por la presunta venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, por lo que fue condenado primero pero finalmente absuelto. También fue sentenciado a 4 años de cárcel por el pago de sobresueldos durante su Gobierno, pero nunca fue detenido por sus fueros como senador desde 2005.

El expresidente tuvo tres hijos: los dos mayores, Zulemita y Carlitos -que murió mientras volaba en un helicóptero en 1995, suceso aún bajo investigación- fruto de su matrimonio con Zulema Yoma, y el pequeño, Máximo Saúl, tras casarse en 2001 con la modelo chilena Cecilia Bolocco.