Hay que remontarse al 10 de abril de 2020 para toparse con el mismo nivel de ingresos en UCI por coronavirus en Euskadi. Un año de pandemia ha hecho que se normalicen en el día a día términos como curva de la ola, tasa de incidencia acumulada, número reproductivo básico, SARS, vector, EPIs... Tantos y tantos términos propios de un vademécum médico o glosario de gente de ciencia y, por tanto, absolutamente ajenos al común de los mortales.

La memoria es frágil. Pero aquel 10 de abril todo el mundo vivía, como se dice ahora, 24-7 entre las cuatro paredes de su casa con el temor ?o cuando menos el desconcierto? pegado al cuerpo, excepto para hacer las compras básicas o ir a la farmacia. También se salía a las ventanas, y los más afortunados al balcón de su casa, a las ocho de la tarde para aplaudir al personal sanitario por el esfuerzo tinánico que estaba realizando en los hospitales frente a un virus desconocido y criminal.

Pues bien, hoy las unidades de críticos de los hospitales vascos tienen el mismo número de personas gravemente enfermas por la covid. Esta pandemia nos ha dejado numerosas imágenes y cifras, que difícilmente se olvidarán. Y el número de personas ingresadas en UCIS que ha ofrecido hoy Osakidetza es una de ellas. Según el Departamento de Salud, hay 186 personas que se debaten entre la vida o la muerte en las unidades de cuidados intensivos, 13 más que el día precedente y 56 más que el domingo pasado, cuando ya se había triplicado el número de ingresos a un mes vista. Otras 101 han ingresado en planta.

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PASAR DEL ESCENARIO 3 A 4 EN LAS UCI

Todo esto para decir lo obvio, que la presión hospitalaria en Euskadi es muy preocupante. Aunque la fatiga pandémica en ocasiones deforme la percepción que se tiene sobre la realidad que se viven en las UCI, lo cierto es que es tan preocupante como en la primera ola. Y eso que la tasa de positividad las últimas horas ha descendido al 7,7%, resultado de 935 positivos de las 12.193 pruebas diagnósticas realizadas.

Dada la alta ocupación de camas UCI, el Departamento de Salud estaría estudiando la posibilidad de que Osakidetza pase del nivel 3 al 4 de 5 en su plan de contingencia, lo que supondría retrasar las operaciones no urgentes. De producirse esta decisión, el Departamento de Salud no haría sino hacer oficial algo que ya ha producido esta semana en los centros de Donostialdea, Basurto y HUA de Araba, que se han visto obligados a demorar algunas intervenciones no urgentes, estableciéndose así flujos de derivación para tratar de equilibrar las tensiones asistenciales.