‘Brexit’ blando, por favor
Reino Unido abandona la UE, aunque seguirán unidos en materia energética
El 29 de marzo del año que viene Reino Unido abandona la Unión Europea, pero en materia energética seguirán unidos, no queda otra opción. La isla depende de la producción de Europa, y viceversa. Por ello, las negociaciones sobre la energía van encaminadas a mantener la misma relación para no sufrir cortes. Irlanda es uno de los puntos que más preocupan a la UE, puesto que está ligado a los canales de suministro del país británico.
Corre el 29 de marzo del 2019. Reino Unido deja la Unión Europea tras un largo camino juntos. Pero en esta desconexión, las luces siguen brillando en Londres y en el resto de las islas. El país se ha desconectado, pero no del todo, porque sigue importando energía y gas de tierras europeas. Este sería el escenario planteado en el momento en el que Reino Unido se separe con o sin acuerdo con los Veintisiete.
La energía es un elemento que pone al país en un debate: ¿economía o soberanía? Es poco probable que en el corto plazo Reino Unido se quede sin electricidad, principalmente porque sigue manteniendo su producción energética, tanto del carbón y nuclear como renovable, a la vez que seguirá manteniendo relaciones con los países que exportan energía y gas a través de los canales que atraviesan el estrecho.
Pero en el largo plazo, debido a la evolución de las políticas europeas en materia energética y de mercado, Londres tendrá que pagar más por la importación, lo que hará que el precio al consumidor se eleve. Además, esto podría provocar desconexiones y apagones, sobre todo en los periodos más fríos.
Si el Reino Unido decide ceder soberanía y mantenerse en el Mercado Único, algo descartado por la primera ministra Theresa May, “le daría más beneficios en materia de competitividad, menor necesidad de producción, bajos precios y mejor seguridad”, según un estudio del Centro de Reformas Europeas. El único pero que ven desde el 10 de Downing Street es la pérdida de influencia a la hora de recurrir en las políticas energéticas, puesto que sería competencia de los Veintisiete.
El país inglés importa un 5% de la energía y un 12% de gas de la Unión Europea, según el grupo UK Power. Al mismo tiempo, la isla está interconectada por cuatro cables que alcanzan a Bélgica, Francia y Holanda, los países con conexión directa. La desconexión con la Europa también afectará a los once cables y a las diferentes inversiones en infraestructura que estaban pronosticadas.
futuro sostenible “Especial atención se tendrá que tener con el impacto del Brexit con el sistema eléctrico de Irlanda”. Este punto lo vaticinaba un informe del Parlamento Europeo en 2017. Irlanda, al ser una isla próxima a Reino Unido utiliza los mismos conductos para la obtención de energía, y en especial del gas, puesto que el 56% de su consumo procede del país inglés.
Para el Parlamento Europeo, la mejor de las soluciones es que Reino Unido “se mantenga dentro del mercado energético”. Para prevenir consecuencias graves, Irlanda ya ha empezado a construir nuevas conexiones independientes con la Europa continental para no quedarse sin suministro. Tanto la UE como Reino Unido han demostrado su compromiso por mantener una “cooperación” tras la salida del país en marzo del año que viene. A pesar de ello, han surgido voces críticas del ala más dura del Brexit que pide “no ser sumisos” a los mercados europeos.
Otro de los puntos que sufrirá si se produce una desconexión dura será el propio medio ambiente. Muchos dudan de que Reino Unido pueda mantener los Acuerdos de París, así como los objetivos con los que se comprometieron, como el cierre de las centrales nucleares o la reducción de las emisiones de carbono. El país utiliza el gas y el carbón en un 60%, mientras que la energía nuclear produce el 19% de la energía. Y en la otra cara más sostenible, la producción eólica genera un 9,5% del consumo, mientras que el resto se divide en solar e hidráulica.
Parece que no tendrán una salida fácil las nuevas políticas entre la UE y Reino Unido en materia de energía, pero ante el improbable hecho de que deje sin energía a la isla, parece que por el momento, los británicos lo tengan claro con la energía: “Brexit blando, por favor”.
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