Roma - Asesores contratados por la concesionaria italiana Autostrade per l’Italia, cuya matriz es Atlantia, informaron a la empresa en noviembre de 2017 del deterioro que presentaba el puente que el martes se derrumbó en Génova, donde murieron al menos 38 personas. Los medios italianos se hicieron eco ayer de un informe elaborado por los profesores del Instituto Universitario Politécnico de Milán Carmelo Gentile y Antonello Ruoccolo, contratados por Autostrade para un asesoramiento periódico sobre el estado del puente.
El documento fue entregado a la empresa italiana en noviembre de 2017 y en él se advertía del deterioro que sufrían algunos materiales, como la oxidación en los cables, y se recomendaba una evaluación por parte de la compañía para abordar estos problemas.
Por su parte, en octubre de 2017 el director de Autostrade en Génova, Stefano Marigliani, había asegurado a las autoridades del ayuntamiento de la ciudad italiana y a las de la región de Liguria, a la que pertenece Génova, que en ese momento el viaducto no presentaba “ningún problema estructural”. Eso después de que algunos vecinos de los edificios residenciales adyacentes al puente hubieran referido a los entes locales ciertas preocupaciones por el estado de la infraestructura.
Marigliani garantizó entonces que Autostrade estaba realizando una serie de labores de mantenimiento y tenía previstas dos intervenciones estructurales para 2018 que reforzarían la infraestructura, según las mismas informaciones. El puente no se cerró al tráfico y la compañía procedió entonces a desarrollar las intervenciones programadas en el puente, para las que había destinado un paquete de 20 millones de euros.
Tras el desplome el martes, Autostrade reconoció en un comunicado que estaba asegurando el pavimento del viaducto. El Gobierno italiano ha pedido la dimisión de los directivos de Autostrade y ha iniciado un proceso para estudiar la posible revocación de la concesión, que tiene validez hasta 2038.
Estas tensiones entre el Ejecutivo italiano y Autostrade hicieron que Atlantia cayera el jueves más de un 22% en la bolsa de Milán, mientras que ayer sube un 5,74%. El balance provisional tras el siniestro en Génova es de 38 muertos, de ellos al menos tres menores, y 15 heridos, según datos de la Delegación del Gobierno en Génova.
Mientras tanto, la Fiscalía investiga la causa del derrumbe del puente al tiempo que los bomberos continúan trabajando sin pausa para encontrar a unos cinco desaparecidos entre los bloques de cemento. Los fiscales de Génova Walter Cotugno y Massimo Terrile ordenaron ayer precintar el acceso al puente para continuar las investigaciones y que los bloques que se desplomaron sean retirados y trasladados a un lugar para su examen.
Las posibles causas La primera hipótesis que se está tomando en consideración es la de que se pudo romper uno de los tirantes del viaducto, como comentó a los medios italianos Antonio Brencich, profesor de la Universidad de Ingeniería de Génova que participa en la comisión ministerial formada para esclarecer las causas de este derrumbe. Valentina Galbusera, que se encontraban en el viaducto en ese momento, explicó que vio “cómo se soltaban los tirantes de acero uno tras otro y el puente empezó a moverse como si hubiese un terremoto”, en declaraciones al diario La Repubblica.
Esta doctora del hospital Villa Scassi explica que intentó echar marcha atrás, pero un chico le aconsejó salir corriendo y escapar y así pudo salvar su vida. En espera de que se sepan las causas del derrumbe, el Gobierno italiano, formado por la Liga y el Movimiento 5 Estrellas, ha reiterado su decisión de iniciar un proceso para retirar la concesión de la gestión de las carreteras y autopistas al grupo Autostradre, controlado por Atlantia. - Efe