TAIPEI. Las operaciones de rescate no se interrumpieron en toda la noche, con la participación de 20 efectivos y 40 submarinistas, y con más participantes desde el amanecer.
Los cadáveres del piloto Liao Chien-tsung, del copilito Liu Tzu-chung y del ingeniero de vuelos Hung Ping-chung, fueron hallados al filo de la medianoche del miércoles, y después del amanecer se recuperó un cadáver del río, tras una noche de infructuosa búsqueda de supervivientes.
El Consejo de Seguridad Aérea de Taiwán anunció hoy que expertos chinos participarán en la investigación del accidente, ya que 31 de los pasajeros del vuelo siniestrado eran chinos, en su mayoría procedentes de la ciudad de Xiamen, en la provincia de Fujian. De ellos, sólo tres están en la lista de supervivientes.
TransAsia desveló que uno de los motores del avión siniestrado, que fue revisado en enero de este año, fue cambiado en Macao por la empresa canadiense Pratt & Whitney, antes de ser recibido en Taiwán el 14 de abril de 2014.
Internautas en Taiwán alaban al piloto del avión siniestrado, Liao Chien-tsung, por haber evitado estrellarse en una zona urbana y haber logrado llegar hasta el río Jilong.
El aparato -con 58 personas a bordo, entre ellas cinco tripulantes y dos menores- se precipitó al río, el miércoles, tras perder altura por causas desconocidas y golpear un viaducto, pocos minutos después de despegar con dirección a la isla de Kinmen, a escasos kilómetros de la costa china.
En las sorprendentes imágenes que recogieron conductores que circulaban por la autovía que cruza el puente con el que se chocó el aparato, se puede ver cómo el avión, un bimotor turbohélice ATR-72 de fabricación franco-italiana, realiza un giro brusco para intentar esquivar los edificios en su caída.
La Administración de Aviación Civil de Taiwán prohibió a TransAsia realizar vuelos con aparatos del tipo siniestrado hoy y la aerolínea ha comenzado a revisar los motores de todas sus aeronaves ATR, dijo el presidente de la compañía, Paul Chen, en rueda de prensa, quien prometió cooperar plenamente con la investigación.
Las dos cajas negras -el registrador de datos de vuelo y la grabadora de voz de la cabina- se recuperaron después de bajar la marea y serán analizadas para establecer las causas del accidente, indicó la Administración de Aviación Civil de la isla.
Hasta el momento, se desconocen los motivos del siniestro, ocurrido en una zona urbana, bajo condiciones climáticas favorables, con un avión fabricado hace menos de un año y un piloto con más de 4.900 horas de vuelo.
Se sabe que el piloto hizo tres llamadas de socorro a la torre de control del aeropuerto Songshan de Taipéi y que el aparato, en lugar de girar inmediatamente hacia el sur después de despegar, voló en línea recta y perdió altura hasta tocar en un paso elevado y un taxi para precipitarse a continuación sobre el río.
Se trata del segundo accidente de TransAsia Airways en siete meses, después de que en julio pasado se registraran 49 muertos y 10 heridos al estrellarse otro avión del mismo modelo.
En esa ocasión, el aparato se estrelló cuando intentaba realizar un aterrizaje de emergencia en las islas Pescadores por las malas condiciones meteorológicas debido al paso del tifón Matmo.