BARCELONA. "Les pido que se mantengan unidos, no en contra de la tendencia europea", ha sostenido en una rueda de prensa en Barcelona la comisaria, que cree que esa es "la única solución y, el resto, una pérdida de tiempo y de energía".
Reding ha insistido en que la consulta soberanista convocada por el gobierno catalán es un asunto interno y ha advertido de que si Cataluña acaba independizándose de España, tendrá que solicitar de nuevo su entrada en la Unión Europea.
La comisaria europea ha dicho entender "los sentimientos de los catalanes, lo que está en su corazón", pero ha recalcado que "la situación legal es clarísima", dado que el Tratado de la Unión establece que corresponde a cada uno de los Estados miembros la organización de su funcionamiento interno.
Tras insistir en que no le cabe duda alguna de que los catalanes son "europeos sólidos", la vicepresidenta de la Comisión ha aclarado que la UE "solo trata con sus Estados miembros", por lo que si hay una división en el interior de uno de ellos, ese nuevo estado debería solicitar de nuevo su entrada a la comunidad europea.
"Y esto no es nuevo, es muy antiguo", ha subrayado Reding, que cree que una ruptura entre Cataluña y España "no sería beneficiosa para nadie" y que "lo ideal sería un nuevo acuerdo" entre el Estado miembro de la UE y las naciones o regiones que forman parte del mismo.
La comisaria ha evitado concretar por qué vías se debería buscar ese acuerdo para zanjar el debate soberanista, dado que en su opinión se trata de "una decisión nacional", pero ha insistido en que hay que "hacer todo lo posible" para evitar una división del Estado español.
Para Reding, "sería lamentable que en vez de un proceso de unificación hubiera un proceso de desunificación", especialmente en unos momentos en que "toda Europa está intentado hablar con una única voz".
Preguntada sobre si los catalanes tienen derecho a decidir su futuro en las urnas, Reding ha asegurado que "respeta" el derecho de los ciudadanos a expresarse libremente, pero ha precisado que la consulta convocada por el gobierno catalán es "una cuestión 100 % nacional y estatal" sobre la que la UE no debe opinar.
La comisaria europea ha expresado su apuesta por una Europea "unida en la diversidad", lo que en su opinión supone "el sistema más extraordinario" que la UE puede crear, y, tras recordar su nacionalidad luxemburguesa, ha reivindicado la importancia de una comunidad europea que "preserve la cultura" de sus regiones, dado que ello constituye su "riqueza".