Hay automóviles que en cuanto lo ves ya sabes que son y representan algo diferente, que por su sola imagen, diseño y estilo llegan para cambiar las cosas, para remover el orden establecido, para marcar un antes y un después. Es probable que no haya una marca en el mercado que esté desarrollando un esfuerzo tan grande y un despliegue tan espectacular como Kia con su gama de turismos eléctricos. Sus modelos de combustión son todo un acierto, los híbridos e híbridos enchufables merecen similar consideración, pero lo que están haciendo con sus eléctricos es como para quitarse el sombrero.

El poder de la

Sus primeros eléctricos fueron la toma de contacto de quien se adentra en territorio inexplorado, de quien avanza con paso seguro, pero con las debidas reservas y el tiento necesario. Sin embargo, desde que pusieron a la venta el EV6, luego el Niro y en unos meses el EV9, Kia ha dado un golpe de autoridad sobre la mesa que la coloca como firma en un plano superior al que ostentaba, en un mirar de frente, cara a cara y directamente a los ojos de los mejores fabricantes alemanes y japoneses.

Observar detenidamente las fotografías del futuro EV9 te reconcilia con el automóvil, te hace pensar en una movilidad sin emisiones, pero con toda la espectacularidad y el poder de fascinación de los grandes automóviles. Para Kia, “el EV9 redefine la experiencia de uso de los SUV con un diseño y una tecnología superiores, por su mayor espacio (con tres filas de asientos y seis o siete plazas) y confort para todos sus ocupantes, el empleo de biomateriales sostenibles en su camino hacia la neutralidad de carbono, el nivel 3 de conducción autónoma mediante el sistema de circulación autónoma en autopista (Highway Driving Pilot) en su acabado GT Line, una autonomía eléctrica de 541 kilómetros y su carga ultrarrápida a 800 voltios de 239 km en sólo 15 minutos, además de la actualización de las funciones del vehículo de forma remota, en cualquier momento y desde cualquier lugar, mediante la Kia Connect Store”.

Este imponente SUV, tanto por su espectacular imagen y brillante aerodinámica (Cx de sólo 0,28) como por sus considerables dimensiones (5,010 metros de largura, 1,980 de anchura, 1,775 de altura y 3,100 de distancia entre ejes), presenta una estética que combina “confianza, claridad y tranquilidad con sus líneas y superficies fluidas, a la vez que un aspecto visionario y futurista”; cualidades que se acentúan en la diferenciada versión GT Line, que aporta el toque más deportivo y se distingue por sus paragolpes, parrilla con iluminación digital, llantas, barras portaequipajes y paleta de colores negros que “le confieren una presencia fuerte y enérgica”. Respecto a la gama de tonos disponibles para la carrocería, Kia precisa que “se ha inspirado en los cuatro elementos fundamentales de la naturaleza: la luz, el aire, la tierra y el agua, para establecer una conexión con la belleza natural y fusionarla con la filosofía de diseño del EV9”.

Por dentro, en el espacioso y confortable habitáculo llaman la atención su oferta de asientos con sus cuatro configuraciones posibles para la segunda fila, regulaciones eléctricas, butacas giratorias, puntos de carga y portavasos, entre otros detalles. Asimismo, cuenta con seis combinaciones diferentes de revestimiento interior.

El EV9, como vehículo totalmente eléctrico y SUV, se presenta tanto con tracción trasera (RWD) como a las cuatro ruedas (AWD) y dos tamaños de baterías: 76,1 kW para el de propulsión y 99,8 kW para el trasera de larga autonomía y el tracción total. Los rendimientos en todos los casos son excelentes, con cifras de aceleración de 0 a 100 km/h que se mueven entre 5,3 segundos (con la función Boost que eleva el par a 700 Nm), 6,0, 8,2 y 9,4 segundos, y potencias de 150 kW (204 CV) y 350 Nm, y 160 kW (218 CV) y 350 Nm para los propulsión trasera; y 283 kW (385 CV) y 600 Nm para el tracción total, este último con dos motores.

Todo este despliegue tecnológico se ve acompañado de una dotación en seguridad que también va a convertirse en la punta de lanza del fabricante coreano. Mecanismos como el aparcamiento remoto inteligente (con el conductor incluso fuera del vehículo), la asistencia para evitar colisiones laterales y posteriores, el control de los ángulos muertos, el mantenimiento de carril, la limitación inteligente de la velocidad, el control de crucero inteligente basado también en la navegación, el cambio de carril en autopista con sensor de detección de manos para garantizar el control del conductor, o la apertura, cierre y puesta en marcha mediante el smartphone, son sólo algunos ejemplos. A la espera de conocer fechas concretas de comercialización y precios de adquisición, Kia vuelve a demostrar hasta donde alcanza el poder de la fascinación.