enudos flojos están hechos los soberanistas catalanes y vascos, que se quejan porque a 65 de ellos les han husmeado en sus dispositivos móviles con un programa israelí. ¿Ilegalmente? Tanto dará, escribía Salvador Sostres en ABC: “Lo mínimo que hay que hacer con el independentismo es espiarlo. Un Estado ha de defenderse por tierra, mar y aire cuando está siendo atacado”. Les puede parecer una demasía, pero es la matraca oficial al respecto en Diestralandia. “Si no espían los servicios secretos a los golpistas de este país, dime tú, a quién van a espiar”, añadía Chapu Apaolaza en La Razón. Y, entre otros muchos, Alfonso Ussía remataba en El Debate: “Un Estado está obligado a espiar a quienes desean destrozar el Estado”.