BRILLANTE programa de la televisión pública: una vez más, y ya no recuerdo cuántas van, he pasado las primeras horas del año nuevo en su más que entretenida compañía. Mi primer motivo de asombro es que sigan encontrando en el archivo de RTVE material nuevo, pero sobre todo, que cuando recurren a la inevitable reutilización, sean capaces de darle la vuelta precisa para que no dé el cante. Les alabo también la ironía, el sarcasmo y la idoneidad de los subtítulos que acompañan las imágenes, si bien, ahora que no nos lee nadie, les dejo caer que quizá procedería que fueran un poco más variaditos en cuanto a los receptores de las cargas de profundidad, creo que saben por dónde voy. Por lo demás, mi más sincera enhorabuena.