o es la primera vez ni, mucho me temo, será la última que Juan Carlos Girauta ocupe esta columna reservada a los mayores desbarres cosechados. En este caso, el antiguo portavoz de Ciudadanos nos viene con un clásico de manual. Prepárense: “El nacionalismo, por ejemplo, es una patología mental. Bueno, no aún, pero debería serlo, y espero que el grupo de americanos que ostenta el verdadero poder incluya un día en su catálogo tan contagioso trastorno, al que he visto destruir una sociedad, convertir en idiotas a los inteligentes, matar la ironía y grabar a fuego una obsesión que no cede pese a las evidencias de su naturaleza deletérea”. Obviamente, se refiere a todos los nacionalismos con excepción del español, que la máxima expresión de lucidez.