MADRID. Esta avispa, según ha detectado Anecpla, está comenzando a ampliar su radio de acción a la hora de construir sus nidos y tiene una presencia cada vez mayor en España, sobre todo en Asturias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Galicia, La Rioja, Baleares y Euskadi.
Anecpla hace esta advertencia después de que la semana pasada un hombre de 54 años muriese en Galicia tras recibir un ataque masivo de avispas asiáticas al ir a talar un árbol donde se encontraba un nido.
La Vespa velutina, también conocida como avispa asiática, avispón asiático o avispa negra, está generando alarma en España, según la asociación, porque se trata de una especie que se expande rápidamente y que resulta casi imposible de erradicar debido a su capacidad de adaptación.
Su principal impacto se produce en los colmenares y en la merma alarmante del número de abejas y su control implica la utilización de métodos químicos autorizados, indispensables incluso para la retirada segura de los nidos, aplicados por profesionales capacitados y expertos.
Sin embargo, según las empresas de sanidad ambiental, "esto no siempre se está llevando a cabo de forma correcta, con el riesgo que ello conlleva".
Anecpla denuncia "injerencias" desde determinadas administraciones públicas que están formando "con carácter de urgencia a profesionales ajenos al ámbito de la sanidad ambiental para aplicar productos químicos que en muchos casos ni siquiera están autorizados".
Esta situación, según Lezaya, es especialmente acusada en lugares como Bizkaia donde además todas las acciones de control de avispón asiático se canalizan por parte de la Diputación a través de una única empresa público-privada.
Hace cinco años se constató una mortalidad de abejas de la miel del 30 % debido a esta avispa, que se alimenta preferentemente de ellas y en menor medida de otros insectos y larvas y de flores y frutos.
Cada avispa asiática puede capturar entre 25 y 50 abejas al día, a las que mata con un golpe de mandíbula, para después descuartizar y llevar a su nido para alimentar a sus larvas.
Eliminadas las obreras, entra en el panal y acaba con la miel. Su impacto socio-económico es grave en las zonas melíferas de España y es muy importante su control durante el verano, cuando extermina a las abejas obreras, y en primavera, en que captura a las reinas.
Fernández de Lezeta asegura que "el sector apícola se está viendo afectado de manera muy importante por esta plaga de avispa asiática, llegando a sufrir hasta un 60 % de merma en su producción".
Las medidas de control pasan por la utilización de métodos químicos, que implican inyectar un biocida autorizado en el nido para provocar la muerte de las avispas en su interior, una vez sellado el nido.
Las medidas mecánicas complementarias consisten en la retirada de los nidos.