madrid - Risueña hasta decir basta, Cristina Pardo no se casa con nadie. Es vehemente, persistente y para los del PP su mosca cojonera particular, porque lleva años informando sobre este partido en La Sexta. No se anda con chiquitas y está en contra de que el término imputado se haya cambiado por investigado, “son paños calientes para edulcorar la situación”, sentencia.

‘Malas compañías’, usted siempre está rodeada de ellas.

-Ja, ja, ja? Cierto, alguna que otra está a mi alrededor. Siempre he dicho que tengo en mi agenda de teléfonos más números de gente imputada que sin imputar. Alguna buena compañía también he tenido, no todas han sido malas.

Al final ha conseguido un programa en solitario.

-Fue una idea de Jordi Évole, a la cadena le pareció bien y ha sido posible. Solo son dos programas y luego vuelvo a mi normalidad. Como primera experiencia está muy bien por el padrino que tengo y me lo tomo con calma.

¿La corrupción política solo da para dos programas?

-Dan para muchos más. Son programas que exigen mucho trabajo, son muy minuciosos y hay muchas persona trabajando en ellos. Yo me he concentrado en estos dos, pero materia prima hay; se podría hacer un Corruptos por el mundo tranquilamente.

Usted es una mujer que cuenta la política de forma divertida y atractiva, ¿nos vamos a divertir con ‘Malas compañías’?

-Nos va a interesar mucho, estamos hablando de gente que ha robado, que ha saqueado empresas públicas con nuestro dinero y lo que contamos ha tenido repercusión en el dinero que pagamos todos. Son historias muy duras, es gente que tira de la manta y que te cuenta cómo se robaba, con quién, cómo se financiaba al PP, sus historias personales, cómo la familia les ha dado la espalda a estos que por malas compañías se metieron en la corrupción?

Supongo que pena no darán.

-No, por supuesto que no. Hay algunos que tienen muy difusa la línea de la ética. También nos vamos a cabrear porque uno de los personajes que tenemos en los dos programas es un fiscal anticorrupción de Valencia que denuncia los pocos medios que tienen.

¿Coacciones políticas?

-También, comenta cómo reciben mensajes velados de los políticos cuando ponen en marcha operaciones contra la corrupción, o cómo les han intentado desbaratar alguna de estas operaciones y se encuentran que al hacer un registro, la persona cuestionada ya lo sabía. Hay un poco todo.

Se apunta a todo y se mete en muchos fregados.

-Este me ha gustado mucho. Estoy acostumbrada a que los políticos me digan que no saben nada, que no conocen a nadie, que no tenían ni idea de la financiación o que no saben de lo que se les está hablando. Ha sido muy emocionante sentarme con personas que han decidido hablar.

Se hacen más investigaciones sobre corrupción por parte de los periodistas que por las instituciones que deben ser un garante de limpieza.

-El fiscal anticorrupción cuenta que cuando oye a los políticos que quieren colaborar con la Justicia o que la Justicia va muy lenta, se parte de la risa. Los políticos son los primeros interesados en que las investigaciones nunca lleguen a buen puerto. Ojalá después de ver el programa la clase política reaccione de alguna manera.

¿La corrupción va por partidos? ¿Hay partidos con un corazón más corrupto que otros?

-Tiene mucho que ver con el tiempo que llevan los partidos en el poder o con la cuota de poder que hayan tenido. Me da la sensación que no hay ninguna peculiaridad en la manera de robar que se ha producido en la Comunidad Valenciana?

Los políticos del PP de esa comunidad son para dar de comer aparte, ¿o no?

-Son muy peculiares y pintorescos, muy ostentosos? Los del PP de la Comunidad Valenciana, los EREs de Andalucía, la corrupción de Catalunya y otros tienen en común una sensación de impunidad, de que como mandan tanto y en tantos sitios, nunca les van a pillar.

La política está totalmente desprestigiada y se mete a todos los políticos en el mismo saco.

-Lo más fácil es tener la tentación de generalizar, pero yo que cubro al Partido Popular, puedo decir que no todos son iguales. ¿Pueden adquirir las mismas tentaciones, los mismos vicios? No digo que no, pero los políticos no son todos iguales.

Es usted muy mosca cojonera y encima se divierte.

-Ja, ja, ja? Para muchos del PP seré su mosca cojonera. Siempre he sido así, de meter mucho el dedo en el ojo e ir a la contra, de ser una enredadora y lo voy a seguir siendo. Eso sí, a mí me tratan con respeto y yo trato de hacer lo mismo pero metiendo el dedo en el ojo, eso siempre.

Es muy machacona cuando quiere una respuesta concreta.

-Es que hay veces que no hay manera. Muchos quieren venderte su libro y utilizan evasivas. Hay gente que juega a pervertir mucho el lenguaje.

Ha utilizado el término ‘imputado’, ¿no es ‘investigado’ el correcto?

-No nos debemos plegar a esa perversión del lenguaje. Tengo la sensación de que los políticos la han cambiado para que no suene tan mal y para edulcorar la situación.