vitoria - La radio sigue siendo parte esencial de la vida de los ciudadanos y Pilar Vicente quiere que la emisora que dirige, Onda Vasca, sea elegida por cercanía y por contenidos que interesen, que marquen la diferencia y que se identifiquen con sus oyentes.
¿Cómo ha cambiado la radio desde que usted empezó?
-Tengo que decir que hay algo que no me está gustando en el cariz que toma. La irrupción de la telebasura, incluso en la radio...
¿Radiobasura?
-Que las celebrities y el puro entretenimiento y el cotilleo se hayan adueñado de todas las parrillas no me gusta, me molesta y me preocupa. No veo perspectivas de que vaya a cambiar, al parecer está resultando muy rentable, si no, no se explica que se estén vaciando las redacciones para hacerle hueco a personas con un apellido más conocido.
¿Onda Vasca intenta alejarse de esta tendencia?
-Sí, en este sentido tenemos una vocación por la radio de siempre; de ahí se explica que nuestra apuesta sea ir muy a lo nuestro, al contenido de lo que nos interesa, que nos diferencia y en lo que uno se identifica. Al final, uno es lo que es y anda siempre con lo puesto como decía Serrat.
¿Cercanía frente a globalización de la información?
-Nuestra fórmula es agenda propia, nuestra forma de trabajar es muy artesanal, no tenemos intermediarios. En esta radio hay una particularidad que me llamó mucho la atención desde el primer momento, todavía hoy me sorprende y no es lo habitual, y es la excelente relación que existe entre redacción y técnicos.
¿Cómo funciona esa relación?
-El equipo que está detrás del cristal está atento al sonido, a las cremalleras, a poner la música indicada e, incluso, a acompañar al locutor bailando, es de agradecer y de admirar. En Onda Vasca, esto ocurre todos los días.
¿Hay invasión política en la información?
-Siempre se ha hablado mucho de política. A veces la política, ocurre también en los periódicos, salta fuera de su sección. Estamos en una situación de estabilidad, de serenidad, pero tenemos todavía pendiente un debate que a mí me parece esencial y que toca mucho el sentimiento y cómo somos.
¿A qué debate se refiere?
-El debate que apenas está despuntando es la ponencia de paz y convivencia; eso que tiene que regular nuestras vidas apenas ha empezado a plantearse y a mí me parece apasionante.
Hablamos de la radio en presente pero, ¿cómo se conjuga la radio en futuro?
-Está colgada en Internet, además de colgada en la ondas, muy pendiente de los auriculares, más de los jóvenes, pero también de los más mayores. La radio del futuro está en el audiokiosco, en los postcat y en los auriculares. Independientemente que a mí me suene más auténtico y genuino tener el transistor a mano y circular por la casa escuchando el debate de la mañana, la entrevista política del día o la conexión con Sestao para escuchar a los afectados por el incendio del pasado fin de semana.
Véndanos Onda Vasca.
-Se puede vender entera, se puede disfrutar con toda la programación. Los productos estrella siguen siendo las entrevistas de las ocho y media de la mañana que hace Javier Vizcaíno y la charla posterior, es el momento en el que tenemos mayor tráfico con los oyentes, me refiero al WhatsApp. También destaco la interacción que se establece en los tiempos deportivos a las 13.00 y 15.00 horas con José Manuel Monje, Iñaki de Mujika y Juanjo Lusa. Asimismo son reseñables las descargas diarias de tertulias del día y de días anteriores. De vez en cuando, nos visita alguna persona destacada del deporte y se nota el interés de la audiencia.
Hablemos de los fines de semana.
-Hay que destacar la labor del equipo que está al pie del cañón los sábados y domingos. Pero es llamativo el éxito que va arrastrando poco a poco el magacín Nunca serás tan joven. Va los domingos de las 12.00 a las 14.00 horas y sí que fue jugar con la audiencia en propuesta de show radiofónico con la presencia y la participación de todas las generaciones, pero en particular de los más mayores. Esa combinación gusta mucho un domingo por la mañana.
¿Refrescante?
-Sí. Se pueden escuchar las carcajadas, los comentarios, las cuitas que expresan los mayores, incluso también hay participación de niños, es muy interesante. Saltarme los guetos de las edades me gusta mucho.