DÜBENDORF. El aterrizaje se produjo en la base aérea de Dubendorf, en las afueras de Zúrich.
La aeronave, conocida como "Solar Impulse 2", completó su misión de circunvalar la Tierra en Abu Dabi, donde aterrizó el pasado 26 de julio, y de donde había partido en marzo del año pasado.
El objetivo inicial era completar la hazaña en un periodo aproximado de cinco meses, pero un desperfecto ocurrido en el tramo más largo -de Japón hasta Hawai- obligó a que el aparato fuese sometido a una reparación y a numerosos controles que tardaron meses, de modo que sólo pudo volver a despegar el pasado abril.
El iniciador de esta aventura y uno de los dos pilotos entrenados para pilotar el Solar Impulse 2, Bertrand Piccard, señaló que este prototipo ha demostrado que "lo que en principio parecía imposible, que era tener un avión que volase día y noche sin carburante, se ha logrado".
La siguiente etapa en su proyecto consiste en poner en marcha una organización mundial que reagrupe a los principales actores de las tecnologías limpias para revertir la tendencia a la fragmentación y al aislamiento que -según opinó- dominan en este sector.
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