bilbao - Tiene sensación de vértigo, quiere que pase la primera semana, ver los fallos, testar los aciertos y coger la velocidad de crucero que un tiempo como el de Euskadi hoy en Onda Vasca necesita para gestionar una actualidad que viene muy cargada en uno de los otoños más calientes de los últimos años. Javier Vizcaíno afronta un nuevo reto en la emisora cinco años después de haber llegado a ella. Su vida va a cambiar de la noche al día. Abrirá las puertas de la emisora de madrugada.
Desde mañana tendrá que estar en la emisora a las seis de la mañana.
-Conociéndome como me conozco, quizá vaya un poco antes; me gusta controlar y, aunque no esté trabajando cada uno de los minutos, a lo mejor estoy a las cinco, cinco y media de la mañana tranquilamente. Es mucho lo que tendré cada día por delante, es algo que aún me cuesta imaginarme, sobre todo tener la perspectiva del día nuevo que empezará cada mañana.
‘Euskadi hoy’ es un programa conocido y con una imagen muy hecha desde 2009, ¿va a haber muchos cambios?
-Cambios sí, pero no revoluciones. Siempre me da una pereza horrible aparecer por el mundo como el que ha inventado la pólvora y decir: A partir de mí empieza la historia y todo va a ser fresco, maravilloso, divertido y chisporroteante. Ha venido siendo un gran programa y, en la medida que lo ha sido, habrá muchas cosas que se van a mantener tal cual.
Cada presentador impone su impronta y su toque personal, ¿no?
-Seguro. Se testará ese toque personal, no solo el mío, también el del resto de personas que se incorporan al equipo de Euskadi hoy, además hay que contar con las que ya están y conocen muy bien el programa. No va a ser una gran revolución la etapa de Euskadi hoy que empieza ahora, no le vamos a dar la vuelta como un calcetín, no va a ser algo que no reconozca ni la madre que nos parió como decía Alfonso Guerra. Simplemente habrá otra persona en el micrófono, pero, por lo demás, va a ser bastante reconocible.
¿Qué novedades va a haber?
-Ciertos cambios en la tertulia, hay incorporación de nombres, algunos vienen del programa de la noche, Gabon, y otros son nuevos. Quizá la novedad más importante es la que hay de diez a once de la mañana; estaremos Begoña Beristain y yo, es como el relevo porque luego ella se queda otras dos horas.
¿Cómo va a ser esa hora que van a compartir?
-Será un tiempo en el que me voy a resarcir de algo que llevaba echando de menos, el formato magacín. He sido inmensamente feliz haciendo Gabon, pero siempre he echado de menos ese trozo que no es actualidad pura y dura, el poder hacer secciones, el poder recuperar la sección de Imanol Querejeta, un histórico de la radio.
¿Para tanto va a dar esa hora de radio?
-A lo largo de la semana sí. Podremos hablar de cocina, de series de televisión, de nostalgia, de tecnología? Vamos a poder hacer todo esto en ese trozo de tiempo que voy a poder compartir con Bego, que también me hace mucha ilusión.
Usted siempre ha sido más de actualidad con reflexión que del bote pronto informativo.
-Sí, pero creo que tengo las herramientas suficientes para gestionar los balones que llegan a bote pronto; la ventaja que tenía Gabon sobre Euskadi hoy es que casi todo el pescado estaba vendido y en este caso, es todo lo contrario.
¿El pescado estará más fresco?
-Ja, ja, ja? Cierto, tendré que abrir la tienda y ver qué pescado nuevo hay; lógicamente se venderá algo del día anterior. Pero el reto es que todo sea fresco, y es a lo que me voy a tener que acostumbrar yo, pero parto con la ventaja del equipo; es un equipo perfectamente fajado y bregado y espero que me lleve por esos territorios por donde yo fallo.
¿Qué colaboradores nuevos va a tener?
-El más evidente es Imanol Querejeta; recuperamos también una sección que se llama La piedra de Jaio, con la espía Jaio (Nati de la Puerta), es un juego en el que vamos a aprender mucho. Va a ser un concurso con premios, premios pobres, nadie se va a hacer rico, pero será divertido y la gente va a querer jugar a ello. Sigue Juan de la Herranz, y Jon Martija hará una nueva sección.
Hablaba de la nostalgia.
-Sí, por ejemplo, los del blog y los libros Yo fui a EGB (Javier Ikaz y Jorge Díaz) van a estar con nosotros. Va a ser un programa para todos los públicos, pero va a tener un toque especial para los que ya hemos renovado el carné unas cuantas veces. Con Aintzane Juaristi vamos a hablar de televisión, sobre todo de series y puntos suspensivos. Te digo lo mismo que cuando hablábamos de Gabon, nunca termina como empieza.
¿Cambios sobre la marcha?
-Lo comenzaremos de una manera y veremos si hacemos cambios. No necesitamos que sea principio de temporada o el ecuador del programa para hacer algún cambio si lo vemos necesario.
¿Quién va a cocinar en ‘Euskadi hoy’?
-Va a haber dos cocineros, pero no voy revelar quiénes son. Sí te puedo decir que va a ser muy importante la presencia de José Javier Gamboa; va a hacer diferente cosas en el programa y, entre otras, nos va a traer a primerísima hora una visión de toda la prensa pasada por su tamiz. Es una sección en la que tenemos puestas muchas expectativas. No va a ser una revista de prensa al uso, será algo que va a dejar poso.
¿Le dejó a usted con la boca abierta ser el elegido para el ‘prime time’ de la radio en Onda Vasca?
-Totalmente. Nunca había fantaseado con la idea de estar en Euskadi hoy, soy una persona que me siento feliz allá donde esté, siempre y cuando tenga que ver con mi trabajo. Haciendo Gabon estaba muy, muy cómodo, cada vez más cómodo con mis contertulios de la noche, con mi equipo? No tenía ningún otro tipo de expectativas, cuando me lo plantearon dije: Vale, bien, si no queda otro remedio? Y aquí estamos.
Ha tenido el verano para pensar.
-Sí, claro, para pensar demasiado. Conforme se acercaba el momento tenía una sensación de mayor responsabilidad y tengo unas ganas locas de que pase mañana y toda la semana que viene, para luego coger velocidad de crucero. No hago más que darle vueltas a las ciento tres mil cosas que pueden fallar.
Sea más positivo y dé vueltas también a esas ciento tres mil cosas con las que puede acertar.
No, yo soy así, tengo mucha imaginación y la empleo siempre para ver todas aquellas catástrofes y desgracias que pueden suceder. Va a ser complicada la primera semana y a partir de ahí convertiremos el programa en rutina. Al menos eso espero para dentro de dos semanas.
¿Rutina? ¿Le gustan a usted las rutinas?
-Esa rutina adorable que es pensar que ya controlamos el formato va a ser una tranquilidad; controlarlo más allá de los contenidos. Hay tantas cosas que se diferencian del ritmo de la noche. A veces me planteo si me voy a acostumbrar a tantas pausas publicitarias, a cambiar el tono, el chip, a mover tanta gente.
Un otoño caliente: nuevas elecciones en Grecia, en Catalunya y elecciones generales. No se quejará, temas no le van a faltar.
-Y lo que salga por medio, también tenemos todo lo del Mediterráneo, la llegada de emigrantes, tenemos la incógnita económica en China, aún no hay una salida que se vea; todos los septiembres empezamos parecido, con muchos temas por resolver, nos vamos acostumbrando.
¿Le gusta que el otoño empiece tan movido o da cierta sensación de vértigo?
-Egoístamente, no nos viene mal. Durante el verano he estado especialmente pendiente de la actualidad para no perder comba y sí, ha sido un verano movido; en muchos aspectos, no parece que haya habido un parón de veraniego.
¿Qué busca en los equipos con los que trabaja?
-Complicidad entre todos los que hacemos el programa: colaboradores, contertulios y plantilla. Siempre me ha funcionado muy bien en la radio el tener militantes del programa. He podido presumir de haberlo conseguido en otros programas en los que he estado, si tenemos esa complicidad y esa militancia, la conexión con los oyentes está prácticamente asegurada.
¿Piensa que ha acabado un ciclo al dejar ‘Gabon’?
-Yo sí, pero el ciclo de Gabon es interminable. Ahora va a estar en buenas manos, lo hará Eider Hurtado, y va a continuar por muy buen camino. Supongo que habrá novedades, pero será ella quien tendrá que contarlas.