MADRID. Moreno ha explicado que "el contacto brusco con el agua fría produce una disminución de la frecuencia cardíaca con disminución del flujo de la sangre al cerebro que puede llevar a la pérdida de conocimiento e incluso a la parada cardiorrespiratoria".
La hidrocución puede tener lugar por meterse al agua bruscamente tras tomar el sol mucho tiempo, hacer ejercicio físico intenso, realizar una comida copiosa o tomar algunos tpos de psicofármacos.
A pesar de esto, sí está permitido el baño después de comer, y Moreno recomienda no no dejar a los niños expuestos al sol durante dos horas antes de bañarse porque puede que "una vez cumplido el tiempo, se lancen ansiosos al agua y sufran una hidrocución".
Los principales síntomas de la hidrocución son dolores de cabeza, palidez, náuseas, vómitos, mareo, visión borrosa y, en casos graves, pérdida de conocimiento y parada cardiorrespiratoria.
QUE HACER PARA EVITAR UNA HIDROCUCIÓN
"La medida más eficaz para prevenir una hidrocución es no zambullirse de golpe, sino entrar poco a poco en el agua mojando los pies, las muñecas y la nuca, así como evitar la exposición prolongada al sol o comer mucho antes de meterse en el agua", ha señalado Moreno.
Si se comienza a sentir dolor de cabeza o mareos, lo más recomendable es salir del agua y, si no remiten los síntomas, avisar a los servicios de emergencia.
En caso de que la persona afectada pierda el conocimiento pero no entre en parada cardiorrespiratoria, se le debe acostar de lado. Y si directamente no respira, hay que realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar correspondientes mientras llegan los servicios de emergencia.