MADRID. Así lo ha explicado hoy en rueda de prensa el doctor Joan Albanell, jefe de Servicio de Oncología del Hospital del Mar de Barcelona, durante la presentación de este nuevo tratamiento, que está autorizado por el Ministerio de Sanidad para su financiación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) desde el pasado 17 de junio.
Se trata del primer fármaco conjugado para cáncer de mama, que a las ventajas propias del anticuerpo monoclonal (Trastuzumab) añade las de una quimioterapia, entre 24 y 270 veces más potente que la tradicional.
El medicamento, comercializado por Roche con el nombre de Kadcyla, permite aumentar la eficacia dirigida hacia la célula maligna, minimizar el impacto sobre el tejido sano y evitar muchos de los efectos secundarios de la quimioterapia "tan temidos", como la caída del cabello, las náuseas o los vómitos.
El tratamiento está indicado para el 20 por ciento de pacientes con cáncer de mama HER2 positivo (uno de cada cinco de todos los tumores de mama) que desarrollan metástasis y que no responden al tratamiento estándar (Trastuzumab y un taxano).
No obstante, se están realizando estudios de eficacia en tumores en fases precoces con el fin de prevenir recaídas e, incluso, en aquellos casos en los que no ha habido cirugía, aunque todavía no se dispone de resultados, ha explicado Ana Lluch, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Valencia.
La doctora Lluch ha subrayado que el fármaco supone un "hito importante", ya que es una oportunidad para aumentar la supervivencia de las pacientes con ese subtipo de cáncer de mama en fase metastásica, al dar un paso más hacia la cronicidad.
Pacientes que hace 15 años vivían de media un año o año y medio, ahora consiguen vivir cinco años, una supervivencia que con el nuevo tratamiento aumenta entre cinco o seis meses.
Las pacientes no solo van a vivir más, sino también con mayor calidad de vida. "No lo perciben como una 'quimio' a pesar de ser muy fuerte", ha asegurado.
"Es el inicio de una larga aventura y abre una ventana de oportunidad enorme", ha subrayado el doctor Miguel Martín, jefe del Servicio de Oncología del hospital Gregorio Marañón de Madrid, quien ha explicado que consigue "el efecto de bala mágica con mínimos efectos secundarios, uno de los sueños de la medicina desde hace dos siglos".
El HER2 positivo es uno de los cánceres de mama "más temidos" por su mal pronóstico, "una situación que, afortunadamente, se ha revertido", ha asegurado este oncólogo, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam).
El doctor Martín ha considerado que este fármaco debe ser de "obligado uso" en las pacientes para las que está indicado y ha precisado que "si no existiesen restricciones económicas para su uso, el impacto sería muy importante".
A este respecto, el doctor Albanell ha considerado que "más allá del precio establecido, habrá fórmulas para que sea accesible" a todas las pacientes que lo necesiten.
La doctora Lluch ha asegurado que en la Comunidad Valenciana, en la que ella trabaja, ya se estaba utilizando desde hace tiempo "pero con mucha burocracia y no de manera generalizada".
"Ahora queda liberalizado para todo el país", ha recalcado esta oncóloga.
Se administra de forma intravenosa, una vez cada tres semanas, durante 8 o 9 meses, aunque según ha señalado la doctora Lluch, al no tener toxicidad se puede utilizar durante periodos más largos de tiempo.
En el desarrollo del fármaco han participado 620 pacientes españolas y 84 investigadores en 68 centros de casi todas las comunidades autónomas, a través de 17 ensayos clínicos.