madrid - A finales de julio del año pasado se supo que el cocinero David de Jorge abandonaba ETB-2 (tras más de 800 programas) para preparar sus recetas en Telecinco, lo que empezó a hacer el 29 de septiembre. A pesar de un inicio fulgurante con buenísimas (pero efímeras) audiencias y de los felices augurios de Vasile y del resto de directivos del grupo, ocho meses y medio después esta aventura en Mediaset ha terminado, aunque parece que no se ha roto el vínculo y puede haber otros proyectos. Ni la colaboración de Martín Berasategui, ni la posterior incorporación de Tania Llasera en marzo, han conseguido que el chef guipuzcoano retenga el testigo que le pasó De buena ley y su share rara vez ha superado el 10%.

Hoy se inicia una ¿nueva etapa? con un espacio dedicado al cambio de imagen. Ya en enero del año 2000 Antena 3 estrenó El patito feo, que presentaron Ana García Obregón y Adam Martín Skilton; y en 2007 lanzó Cambio radical, palabras mayores porque era la versión española de Extreme Makeover, con operaciones de cirugía estética incluidas. Desde entonces ha habido muchas variaciones más o menos light del mismo tema, una de las últimas Itxuroso en ETB-1, con Maite Eskarmendi y Unai Goikolea al frente. Y eso en las televisiones del Estado porque en el mundo hay auténticos clásicos como Tim Gunn’s Guide to Style (Bravo TV), Style her famous (Style Network), 10 years younger (Channel 4), How do I look? (Style Network) o What not to wear (BBC).

Cámbiame, el espacio que presentado desde hoy Marta Torné a las 14.20 horas, contará con los expertos en moda y cool hunters Pelayo Díaz, Cristina Rodríguez y Natalia Ferviú, capaces de profetizar las tendencias y los must have de la próxima temporada, que serán los artífices de la transformación de los candidatos y del resultado final. Para resultar elegidos, los participantes tendrán que contar su historia y detallar los motivos por los que necesitan cambiar su imagen en este espacio que aúna make over, reality, talent, talk-show y game-show. Todo ello en los 60 segundos que tendrán para explicarse sobre la pasarela. Tras subir a la cinta transportadora ubicada en la parte central del plató, tendrán que argumentar las razones por las que quieren realizar el cambio mientras son desplazados a lo largo de los 10 metros que les separan de los estilistas, quienes observarán su look, sus gestos y su actitud mientras valoran si accionar o no el pulsador que tienen a su derecha. Si uno lo activa, la luz lateral de la cinta mecánica pasará de verde a amarillo, prosiguiendo la marcha. Si un segundo estilista presiona el botón de stop, la luz amarilla se convertirá en naranja y si el tercer miembro lo acciona, la luz roja detendrá la marcha de la cinta, poniendo fin al sueño. Sin embargo, si el candidato completa su presentación sin que ninguno haya pulsado el botón de parada, podrá escoger al experto en moda al que prefiere encomendar su transformación.