madrid - A pesar de lo que a muchos malpensados les guste creer, a ella la fama le disgusta. Le ha arruinado momentos importantes de su vida, incluso por ella, ha renunciado en los últimos tres años a tener novio. Prefiere ignorar lo que se escribe y para evitar a la prensa va del trabajo a casa y cuando tiene un poco de tiempo ensaya al piano los Preludios más fáciles de Chopin. Es multidisciplinar y está escribiendo una serie para televisión de la que no dice nada, solo que es un proyecto solidario; le han ofrecido un programa televisivo; tiene entre manos una película y un documental que va a grabar en inglés en Estados Unidos sobre las grandes figuras de Hollywood. Actualmente representa en los escenarios la obra de teatro Sofocos +, junto a Tete Delgado, Fabiola Toledo y Elisa Matilla.

¿Es verdad que está escribiendo otro texto para televisión o es un bulo?

-Es verdad, me rompí el ligamento del pie en plena gira y tuve que parar tres semanas. Soy una persona muy activa y no sé estar con la pierna en alto, con hielo y sin moverme.

Así que bajó la pierna y se puso a escribir una serie, ¿nos puede adelantar de qué va?

-Solo te adelanto un poquito, es una serie que tenía muchas ganas de escribir y es una serie solidaria.

¿Es un nuevo género lo de serie solidaria?

-No me vas a sacar más, es solidaria.

‘Ana y los 7’, en México?

-Permíteme, está en Televisa y arrasando; pero no solo en México, Televisa ha comprado Univisión, la cadena más vista en Estados Unidos y se está emitiendo con un éxito arrollador, millones y millones de americanos la ven.

¿Participa en esta nueva versión?

-Yo soy la autora y me han propuesto participar y justo tenía que rodar en México cuando me rompí el pie. Ha sido una experiencia estupenda, a los productores americanos les he hablado de esta idea de nueva serie y me la quieren comprar.

Es usted una mujer con suerte. ¿Tiene algún proyecto en la televisión española?

-Ahora estoy involucrada en el teatro. Aquí para desearte mucha suerte en el teatro te dicen: Mucha mierda. En América dicen: Rómpete una pierna.

¿Así? ¿Literal?

-¿No lo sabías?

No, y si le digo la verdad, me parece cruel.

-Pues mira la primera vez que rodé una película allí me dijeron: Rómpete una pierna.

Se quedaría a cuadros, ¿no?

-Es que eso significa suerte, me lo explicaron después y lo entendí.

¿Le va mejor desde que se ha roto la pierna?

-Pues sí, me acaban de ofrecer un programa de tele, no te cuento nada más. Bueno, en verano tengo un compromiso en Estados Unidos, que no puedo retrasarlo más. Es un documental de las grandes leyendas de Hollywood, lo rodaré en inglés; el programa que no te puedo decir; una película que tampoco te puedo decir más; la serie solidaria? He tenido que romperme la pierna para todo esto, es suerte en América.

Una suerte dolorosa, ¿no cree?

-Sí, pero estoy contenta con las cosas que me salen.

También es todo un personaje del papel couché.

-A mi pesar, nunca he querido serlo, pero ya ves, hay cosas que suceden aunque no quieras.

La opinión de la gente es que a usted le gusta ser el personaje que vemos en las revistas o programas de la tele.

-Me encanta tanto que por eso me he ido a vivir cuatro años a Estados Unidos para poner miles de kilómetros de distancia.

¿Se han escrito muchas mentiras sobre Ana Obregón?

-Hay una cosa que siempre digo: Los inteligentes, lo que hacen es ignorar: yo ignoro.

Así que es usted inteligente.

-Hay que sobrevivir, sobre todo cuando se meten contigo, casi nunca se dan cuenta de que se meten con una persona y atacan también a todo el entorno.

¿Ha sufrido mucho?

-Sí, hay momentos a los que no quiero volver. Te diré que incluso me da miedo tener novio porque volvería a estar en los papeles y eso no lo puedo soportar.

¿Corazón solitario el suyo?

-Llevo tres años sin novio y por lo tanto sin estar en los papeles de couché y en los programas diarios.

¿Cómo es Ana Obregón de verdad?

-La gente que me conoce dice que no he cambiado nada. No soy de pose, siendo famosa, no siéndolo, con éxito o sin él, yo soy la misma.

¿Qué me dice de la fama?

-Que no me gusta nada. Por favor, ¡qué horror! Ahora que llevo treinta años con ella, ¿quieres que te haga un balance?

Por favor.

-No me gusta nada. Me ha dado los momentos más duros de mi vida, ha conseguido que no pueda disfrutar con mi hijo ni en una playa, ni yendo a verle en un partido; la fama no me ha hecho feliz ni como mujer, ni como madre. Odio que me juzguen, odio juzgar a la gente.

¿Cuántos novios se le han adjudicado que no sean verdad?

-Miles, miles? En cuanto me veían en un café con un hombre, ya era mi novio. Ahora me voy a casa y no salgo, prefiero quedarme en casa tocando el piano.

¿También toca el piano?

-Me gusta mucho. Mi madre tocaba el piano y luego ya tuvo cinco hijos y lo dejó.

¿Qué toca usted?

-Me apasiona, lo que pasa es que no tengo tiempo. Me cojo los preludios de Chopin, me cojo el más fácil y me tiro tres meses para sacarlo.

¿Por qué estudió Biología?

-Cuando tenía trece años tuve una enfermedad, tuve un tumor, y decidí que quería ser bióloga para descubrir la cura del cáncer.