DICE Pedrerol que ya tiene parcela para colocar su chiringuito Punto pelota. Ya se sabe que su especialidad es la paella de fútbol con dos ingredientes: Madrid y Barcelona. Digamos que Pedrerol podría hacer el mismo programa en cualquier sitio hasta en el garaje de su casa y emitirlo en internet y todavía tendría una audiencia como para sacarse una pasta en publicidad una vez descontados los gastos de las imágenes del fútbol que repiten hasta la saciedad.

El que sigue con su interesante cita dominical es Ebolé. El domingo quiso hincarle el diente al juego de trileros de las preferentes puesto en marcha por la banca entres sus clientes, valga la rima. Convocó a Julio Segura un tipo malhumorado que presidió la CNMV. Vino a decir que no hay que rasgarse las vestiduras porque los bancos se quedaran con la pasta de unos ahorradores. Si no era de ellos, de algún otro sitio tendrían los bancos que sacar el dinero. Las entrevistas de Salvados se están convirtiendo en el único periodismo de investigación en televisión. Y puede que por ese listón tan alto, el nuevo programa de cámara oculta que estrenó ayer La Sexta con la voz de Iñaki López se quedara corto. Vamos que su propuesta de sacar la reacción de repartidores que llamaban a casas de nudistas o parados que les metían mano en sus entrevistas de trabajo sonó a falsete. Se veía mucho el formato originario. Como si al copiarlo de otros teles se les hubiera quedado pegada la etiqueta.

Y los que verdaderamente dieron la nota fueron los maquilladores de Sálvame Deluxe el día en que pasó por allí la hermana de Miguel Bosé a contar sus miserias. Un maquillaje que hacía que Kiko Hernández fuera una versión inquietante de Gaby y Miliqui y Jorge Javier tuviera el aspecto y la risa de pájaro carpintero de Krusty el payaso de los Simpson. Para olvidar.