Évole contó, entre otros testimonios, con el de Pablo Crespo, presunto número 2 de Francisco Correa, cabecilla de la 'trama Gürtel', que comienza asegurando que "fuimos algo laxos en materia tributaria y no pagamos cosas que quizá deberíamos haber pagado".
"Para nuestra detención desplegaron más agentes que para detener al Comando Madrid de ETA. Es obvio que había un interés político. Todo nació en el despacho de Antonio Camacho. Tengo la certeza de que todo estuvo urdido desde el Partido Socialista, pero otra cosa es que lo pueda demostrar. La trama Gürtel es un montaje", comenta.
"El 65% de la financiación del PP cuando yo era encargado de ella, era irregular", confirma, añadiendo que en el partido "se metían millones de pesetas de dinero no declarado en carpetas azules", y lo justifica asegurando que "era parte de mi trabajo". "Yo era consciente de que eran métodos irregulares", añade.
Crespo confirma que todo esto "son cuestiones absolutamente prescritas" y lamenta que "algunos hablan de Bárcenas y luego han cobrado dinero en B". "Yo tengo algunos documentos que pueden comprometer a los dirigentes actuales del PP. La gente ni se acuerda de lo que firma, y ahora se mesan las barbas... o las perillas", expresa.