VITORIA. Hace poco más de un año Vaya semanita sufrió importantes cambios, uno de ellos fue la ausencia de Andoni Agirregomezkorta y de otros actores en el programa. El actor guipuzcoano regresa hoy al espacio de humor. Que prescindieran de él le resultó duro, pero no le ha generado rencor. Ha probado otras experiencias dentro de su profesión, ejemplo de ello son su papel en Bi eta bat o una aventura muy diferente como es su participación en El conquistador del Fin del Mundo. Vuelve con energía y es de los que cree que hay que poner buena cara al mal tiempo y no dejarse avasallar por las circunstancias.
¿Qué supone la vuelta al programa 'Vaya semanita'?
Un reencuentro con los amigos y compañeros. Es una satisfacción personal volver a aquel lugar donde estuve tanto tiempo; volver a aquel programa en el que decidieron en un momento dado prescindir de mí.
¿Cuánto tiempo hace que dejó este programa de televisión?
Más de un año. Lo último que grabé del programa fue en junio de 2011 y en septiembre de ese año me comunicaron que prescindían de mí para la siguiente temporada.
¿Le sorprendió que le llamaran para liderar el especial que vamos a ver hoy?
No, sorpresa no fue. Soy consciente, porque así me lo han venido diciendo en todo este tiempo, que los que trabajan en Vaya semanita me aprecian, tenemos mucha amistad y hemos estado en contacto.
¿Va a tener continuidad su presencia en más especiales del programa de televisión?
No lo sé. Ciertamente, no tengo ni idea. El programa del lunes es un especial; si hay más especiales más adelante, yo desconozco las posibilidades de estar en ellos.
Cuando le comunicaron que prescindían de usted se sintió molesto y sorprendido, ¿ha olvidado aquellas sensaciones?
Es un recuerdo, es algo que no olvido; todas estas experiencias te enseñan y no se te van. Pero no es algo, ni siquiera entonces, que generó rencor por mi parte. Simplemente, es un recuerdo doloroso y una evidencia de lo que hay que aprender.
¿Qué personajes va a interpretar en esta ocasión?
Serán personajes diversos como ha sido lo habitual en Vaya semanita. No aparecerá Patxi, el aficionado del Athletic, pero sí serán papeles que seguirán llevando la línea del programa, serán personajes ácidos.
Patxi ha sido sus personaje estrella, ¿recuerda a algún otro personaje con cariño?
La mayoría los he hecho con cariño y guardo muy buen recuerdo de todos ellos; quizá, por destacar alguno, el del barman, las parodias de Javier Clemente... muchos.
Hablemos de cómo está la profesión hoy en día.
Los actores pocas veces alardeamos de vivir bien y cuando estamos en una crisis general mucho menos. Las teles están mal, se vive con muchos reajustes, y qué te voy a contar del teatro con la subida del IVA; si ya de por sí antes estaba mal, ahora es mucho más duro. Es una incertidumbre con la que los actores sabemos vivir, aunque no nos acabamos de acostumbrar y en tiempos como los de ahora, lo tenemos peor. Aún así, intento cargarme de optimismo.
¿Se acabó la gira teatral del programa 'Vaya semanita'?
Sí, fue muy interesante y gratificante pero ya se ha acabado.
¿Qué proyecto tiene?
Muchos, pero de los proyectos nunca se debe hablar de ninguno en concreto. No me gusta hablar de nada que no esté cerrado. Hay que ir sembrando y no estar parado; intento sacar cosas adelante y cada vez que un proyecto se queda por el camino y no se puede llevar adelante, seguir e intentarlo con otro.
Ha participado en la primera parte de 'Bi eta bat' en su retorno a ETB-1, ¿cree que va a haber segunda parte?
Ojalá, no lo sé, será ETB quien tenga que decir algo al respecto.
¡Cómo está la televisión!
Está fatal. ETB, que es lo que yo personalmente más he conocido y donde me he dado a conocer al igual que muchos otros actores, está fatal en lo que ha ficción se refiere.
Usted se dedica al humor, ¿cree que estos momentos puede poner humor a su vida?
Hay momentos de más y de menos; pero desde luego, en momentos como este me obligo más y nos deberíamos obligar más a mantener el humor. Tenemos que sacar todo el optimismo que tenemos guardado y tirar con él adelante. Como nos tiremos el día sentados y mirando los informativos o escuchándolos en la radio, seguro que caemos en un pozo porque no son informativos, son acojonativos, no hacen más que meternos el miedo en el cuerpo.
¿Qué hace cuando no trabaja?
Trato de pasar tiempo con la familia, de hacer deporte, aunque últimamente me está dando pereza, no sé si es el frío qué. Intento mantener la forma que adquirí preparándome para ir al Aconcagua y después durante el programa.
¿Cuándo termina 'El conquistador del Aconcagua'?
En la primera quincena de diciembre, sigo en el programa. Ha sido una experiencia que me ha gustado.
¿Ha sacado conclusiones?
Sí, me ha valido para conocerme a mí mismo en situaciones en las que nunca había estado.
¿Qué le dice la gente por la calle?
Me preguntan mucho por este programa. A la gente le interesa mucho la aventura y El conquistador del Aconcagua es uno de los programas que resulta interesante para los amantes de estos formatos.
¿Volvería?
Sí, la experiencia ha sido muy positiva, cansada, dura; pero si hay que volver, se vuelve.
Entonces, ¿le ha resultado dura?
Muy dura. La dureza te empuja a conocer tus límites y saber hasta dónde puedes llegar en determinadas situaciones. Eso es interesante.
¿Ha conseguido saber cuál es su límite en el Aconcagua?
Pasopalabra. No voy a comentar hasta que termine el programa. Si quieres saberlo, tienes que seguir viendo el programa.
¿Qué tal ha sido la convivencia?
Buena, no puedo decir nada de nadie; con nadie me llevo mal. Los roces son inevitables en situaciones límite.
¿Ni siquiera con Juanito Oiarzabal?
Ni siquiera. Cada uno cuenta la relación con Juanito según la vive. Yo he tenido una relación muy cordial con él. Tienes sus rarezas y sus cosas. ¿Y quién no las tiene? La convivencia tiene éxito si se aceptan las rarezas de los demás y las asimila bien. Eso es justamente lo que ha ocurrido entre Juanito y yo. Nos hemos llevado bien.