MADRID. La presencia de dióxido de carbono congelado, también llamado 'hielo seco, en el casquete polar del sur del planeta ya se conocía desde hace años. Además, la misión Phoenix Lander de la NASA ya había observado en 2008 la caída de agua-hielo en el norte de Marte.
Sin embargo, este nuevo estudio ha conseguido información más concreta acerca de las temperaturas, tamaños y otras concentraciones de partículas. De este modo, se ha podido identificar una nube de dióxido de carbono de 500 kilómetros de diámetro, donde las partículas tienen el tamaño suficiente para caer al suelo.
El autor principal del trabajo, publicado en 'Journal of Geophysical Research', Paul Hayne, ha indicado que "estas son las primeras detecciones definitivas de nubes de nieve de dióxido de carbono" y que gracias a los nuevos datos se ha podido constatar que "son los suficientemente gruesas como para dar lugar a una acumulación de nieve".
Esta información se ha obtenido gracias al instrumento Mars Climate Sounder del MRO. Los datos enviados por este instrumento fueron analizados posteriormente por siete científicos, que registraron el brillo de nueve bandas de onda de la luz visible e infrarroja para examinar las partículas y los gases que existen en la atmósfera marciana.
Los expertos han señalado que el polo sur de Marte es el único lugar donde el dióxido de carbono congelado persiste en la superficie durante todo el año. El 'hielo seco' necesita, al menos, -125º para alcanzar el sólido.
"Estos resultados recuerdan a lo científicos, que si bien el planeta rojo es similar a la Tierra, en realidad es muy diferente", ha concluido Hayne.