MADRID. La originalidad de los 'doodles' de Google vuelve este miércoles en forma de huevos de Pascua. Acostumbrados a los diseños del equipo de Mountain View, los usuarios del buscador más famoso de Internet deben encontrar el logotipo de la compañía entre estas pequeñas obras de arte de Peter Carl Fabergé. Con este nuevo y "lujoso" 'doodle', la compañía recuerda al joyero ruso en el que sería el 166 aniversario de su nacimiento.
En sustitución del inconfundible logotipo de Googleseis pequeños huevos de Pascua aparecen en la página principal del buscador de Internet. Aunque es fácil adivinar lo que se esconde dentro de estas pequeñas obras de arte, tan solo la g y la e de la palabra Google se dejan ver en este nuevo 'doodle'. El oro, el lujo y la delicadeza con que estos pequeños huevos representan tienen cabida en la página de Google para homenajear a su creador.
La historia de los huevos de Pascua de Peter Carl Fabergé se remonta a la época de los zares rusos, en torno al año 1883. Fue este mismo año cuando el zar Nicolás III, le encargó al orfebre Fabergé la creación de un huevo de Pascua para regalárselo a su mujer, la zarina María. Fabergé fabricó una pieza exclusiva que consistía en un huevo con cáscara de platino que contenía dentro uno más pequeño de oro. Al abrirse este último, se encontraba una gallina de oro en miniatura en la que se podía apreciar sobre su cabeza una réplica de la corona imperial rusa.
Este particular regalo le gustó tanto a la emperatriz que el zar ordenó a Fabergé que realizara uno nuevo para cada Pascua. En total, once fueron los huevos que Alejandro III le regaló a su mujer.
Más tarde, su hijo Nicolás II continuó con esta tradición y mandó a realizar otros para regalarle a su mujer y a su madre. Los 57 huevos que confeccionó la casa Fabergé tenían en su interior algún obsequio, réplica en miniatura de una de las pertenencias de los zares.
La llegada de la Revolución rusa puso fin a la firma Fabergé pero un siglo más tarde las pequeñas y delicadas obras de este orfebre ruso salieron a subasta. En noviembre de 1994 el Winter Egg de 1913, una pieza dada por perdida hasta que fue descubierta en 1984, alcanzó en subasta la cifra récord de 5,6 millones de dólares (4,4 millones de euros). En noviembre de 2007, un huevo fabricado por Fabergé para la familia de banqueros Rothschild alcanzó en subasta el precio récord de 18 millones de dólares (14,4 millones de euros).