Vitoria. Estar en el equipo de Telecinco para retransmitir los mundiales de motociclismo es para ella la oportunidad de su vida. Es una de las grandes apuestas de la cadena y Lara Álvarez vivirá hoy la intensidad del circuito de Jerez. La joven periodista asturiana lleva seis años enfrentándose a las cámaras y se siente muy segura, “pero aprendiendo de todos mis compañeros. Ahora también de los pilotos, de los grandes de este deporte”. Comenta que tiene intención de comprarse una moto, aunque a su madre le va dar el disgusto de su vida. El fútbol es una de sus pasiones, ve al Real Madrid muy fuerte en la Liga y la final de Copa, muy reñida: “El Athletic se crece en este tipo de partidos”.
En los últimos años en el periodismo deportivo -sobre todo en el televisivo-, las mujeres están teniendo mucha fuerza.
Creo que cada vez se está normalizando más la situación. Respecto al deporte, creo que podemos estar igual de preparadas que cualquier hombre. Al final todo va a depender de la capacidad de comunicación que se tenga, la forma de transmitir. Se trata de hacer llegar el mensaje de la información, al final el deporte no deja de ser una parte más de la información. Siempre ha habido mujeres en el deporte, quizá no tan masivamente, pero es bueno que cada vez más se vea como normal que las mujeres estemos a pie de campo o en una redacción de deportes.
¿En deporte por casualidad?
Siempre me habían gustado mucho los deportes, aunque es la primera vez que trabajo en deportes. En mi casa son bastante futboleros y desde pequeñita me he tragado todos los partidos de fútbol. Siempre me han llamado mucho la atención también el tenis o el baloncesto.
Veinticinco años, pero con una experiencia notable.
Llevo trabajando desde los 19 años. Empecé a trabajar en Telemadrid con Nieves Herrero. Ella fue la que me abrió la puerta de la tele. A partir de ahí me enganchó la sensación de un directo, tener la información de primera mano, la investigación… He hecho un programa de economía en Asturias, reportajes, etc.
Se va a pasar más de medio año fuera de su casa.
Sí. Es lo que tiene ser de un equipo que tiene que seguir un campeonato del mundo. Estoy contenta porque hay una sección que se llama La mirada de Lara y enseño lo más interesante de cada país, muestro su cultura, su gastronomía…
Turismo pagado, un lujo.
Es un lujo tener trabajo, pero este es duro. Estamos doce horas en el circuito. Telecinco está haciendo un esfuerzo al máximo, se retransmite absolutamente todo. La mirada de Lara no son vacaciones, son viajes, pero siempre con una cámara.
¿Tiene pensado comprarse alguna vez una moto?
No lo sé. Hace un mes que me he sacado el carné de coche y no descarto sacarme el carné de moto. En los circuitos nos movemos en vespa. A mi madre le daría un disgusto, pero a mí me gusta mucho.
¿Cómo lleva su familia tener a su hija dando vueltas por el mundo durante siete meses?
Mis padres están encantados. Miran la parte la profesional y personal, saben que soy fuerte. Llevo mucho tiempo fuera de casa. Mi familia vive en Gijón y yo con dieciocho me vine a Madrid a estudiar la carrera y no he vuelto porque gracias a Dios no me ha faltado el trabajo. Para mis padres decir que su hija está cubriendo un mundial deportivo es muy importante, me echan de menos, pero saben que de cara a mi futuro es muy importante.
Una de sus frases es “a muerte con el Sporting”.
Siempre, pero este año lo tenemos muy difícil. Está muy complicado.
¿Cómo está viendo a Clemente como entrenador? ¿Le parece demasiado polémico?
Tiene un estilo muy personal…
Es usted muy diplomática.
Lo que la afición quiere es ver resultados en el campo, no tanto la polémica. Clemente es polémico, sí, pero creo que hace bien su trabajo.
¿A quién ve como campeón de Liga?
El Madrid está muy fuerte, pero en fútbol todo es posible.
Lo dicho, muy diplomática. ¿A quién ve como campeón de Copa?
Eso quizá esté un poco más reñido. Athletic -mira lo que ha hecho en Europa-, y Barça son dos auténticos campeones y el Athletic se crece cuando juega ese tipo de competiciones. Es un gran equipo, pero lo es mucho más en este tipo de partidos, es el león del fútbol y cuando saca la zarpa…
Su pasión por la televisión comenzó muy pronto, con ‘Lluvia de estrellas’.
Yo veía el programa para ver cómo cantaban los niños, tenía diez años, y yo llamaba para participar por detrás de mi madre, ella no sabía que estaba llamando. Una vez que fui me enganchó más ver a la presentadora, en ese momento era Raquel Meroño, que cantar.
Era usted muy animada ya desde niña.
Me encanta bailar. He sido muy bailarina y muy cantarina. La música es una de las cosas de las que no puedo prescindir. Es muy importante en mi vida, me sirve para disfrutar y para relajarme.
¿Qué tal lleva lo de hacer y deshacer maletas? ¿Se le da bien?
La verdad es que no, soy un desastre. Me tiene que echar un cable mi madre, ella lo organiza siempre fantástico. Cuando mi padre se va de viaje es ella quien hace las maletas. Lo va haciendo con orden y yo no. Voy llenando la maleta y al final no sé ni lo que llevo.
¿Es de maleta grande o pequeña?
Soy bastante justa, llevo mudas de sobra, pero no soy de las que llevo tacones por si salgo de noche, zapato plano para el día, modelitos por si acaso o bolsos de más. El por si acaso lo uso en camisetas básicas. Una ventaja con la que contamos es que tenemos uniforme, eso quita muchas preocupaciones.
¿Qué es lo que nunca se olvida?
Nunca se me olvida mi iPad, siempre llevo dos neceseres, uno en el bolso y otro en la maleta…
¿Coqueta?
Cero, soy un desastre, soy una vaga. Me gusta vestir muy cómoda, aunque esté en la calle, soy muy de andar por casa.
¿Qué tal lleva la fama?
Es consecuencia de salir en la televisión, la llevo, no voy a dejar de hacer cosas que me gustan por lo que puedan decir unos u otros. No es que me dé igual, pero lo asumo y procuro estar tranquila.
Sara Carbonero, ¿le molestan las comparaciones?
No. Ella es una compañera de trabajo, compartimos sección y eso es todo. No podemos evitar las comparaciones, no está en nuestra mano.