vitoria. Raquel Sánchez Silva formará pareja otra vez con Jorge Javier Vázquez, pero no se irá al Caribe ni a otro destino lejano. Su próxima parada será Asturias, donde los concursantes deberán salir adelante en una granja sin comodidades ni avances tecnológicos.

La verdadera sorpresa de la última edición de 'Supervivientes' ha sido usted. Muchos espectadores no la veían en esta tarea y han acabado convencidos... ¿Se imaginaba que se lo iba a pasar tan bien? (para ser un trabajo, claro).

He sido muy feliz. Ninguno podíamos ni siquiera intuir lo felices que íbamos a ser.

Ha sido un cambio de registro considerable para quienes solo la conocían de la alfombra roja de los Oscar o de los especiales sobre series como 'Perdidos', cometidos muy alejados de Cayo Paloma en todos los sentidos. ¿Le han llegado reacciones sobre este tema?

Soy periodista y presentadora de televisión. Todo dudamos en algún momento y, desde luego, ha sido un cambio pero lo importante es hacer tu trabajo con entrega, honestidad y el máximo respeto por cualquier trabajo de la calidad profesional de un gran formato como Supervivientes. Hacer bien tu trabajo. Eso es lo más importante para mí.

Cuando no se reenganchó a 'Pekín Express', ¿se llevó mucho disgusto? ¿Podía imaginar entonces que iban a reclutarle para 'Supervivientes'?

Me llevé un gran disgusto con lo de Pekín Express y aún me duele pero son decisiones que no me competen. A cambio, Supervivientes ha sido una nueva aventura maravillosa que no habría podido vivir. Son dos grandes programas. Soy muy afortunada porque he podido hacer ambos.

El día de la final usted fue 'trending topic' en Twitter. Eso suena muy moderno. ¿Le hizo ilusión?

Claro, Twitter es un lugar donde me siento feliz, agradecida, acompañada y muy querida. Intento estar siempre muy cerca de mis tuiteros.

En Facebook hay un grupo bautizado 'Yo también quiero que Raquel Sánchez Silva gane Supervivientes 2011'. Si las redes sociales lo piden, ¿está dispuesta a ir de concursante?

Hay que ser muy valiente para ser concursante de Supervivientes y no sé si yo cuento con ese valor.

Ha sido muy elogiado su estilo tirándose del helicóptero. ¿Había ensayado antes?

La víspera me tiré una sola vez pero con chaleco y en condiciones de altura diferentes. En el primer programa no sabía si lo iba a lograr, iba sin chaleco y mi intención era mantenerme bajo el agua todo lo que pudiera para gastarle una broma a Jorge Javier. Al final, salió regular pero fue muy divertido.

La audiencia ha alabado su paciencia y mano izquierda con algunos (y especialmente algunas) concursantes. ¿Tenía que contar hasta cien o realmente tiene usted ese autocontrol?

Cuento hasta cien, respiro y le quito importancia. Quiero siempre a mis concursantes y los cuido. Eso es real y ellos lo saben. No azuzar la polémica es dejarla morir. Con dulzura hay fuegos que no arden.

¿Fueron Aída Nízar y Sonia Monroy las que más problemas le dieron o solo han sido los más sonados?

Tanto Sonia como Aída me han dado muy buenos momentos. Solo pienso en los buenos. Los malos, si los hubo, ya los he olvidado.

Cuando

Lamenté que abandonara Supervivientes porque creo que le estaba enseñando muchas cosas y que la experiencia le habría dado más con un poco más de tiempo. El tercer mes te cambia la vida pero hay que llegar y resistir.

¿A ratos se ha sentido más psicóloga que periodista o tenía prohibido empatizar con los concursantes?

No me prohibieron nada pero mi manera de trabajar es ir poco a poco en la relación con ellos y ser su árbitro antes que su amiga, pero llega un momento en que los quieres a rabiar y peleas por ellos a muerte. Si no me pasara, me preocuparía. Respetarlos y quererlos es ley para mí y siempre será así.

¿No pensó hasta el último momento que Rosa Benito iba a ser la ganadora o lo vio venir antes?

No lo tuve claro hasta el final. La audiencia sorprende siempre y si no, mira cómo arrancó el programa. Rosi tuvo muchísimos votos. Eran dos grandes ganadoras, al igual que Sonia y Tati. Me alegro muchísimo por Rosa.

Usted ha dicho que fue a la isla a disfrutar y le ha cedido los laureles a Jorge Javier Vázquez. Eso es muy elegante por su parte, ¿pero no cree que estar en el plató es menos arriesgado y más cómodo?

No es verdad. El plató es muy difícil. La isla también lo es pero por las condiciones de trabajo, no por el nivel de exposición. Jorge pasaba cuatro horas pilotando esa nave desde Madrid y lo ha hecho de cine. No todo el mundo podría.

Aventura por aventura, ¿dónde sufren más los concursantes: en 'Pekín Express' o en 'Supervivientes'? ¿Y la presentadora?

Yo no he sufrido en ninguno y los concursantes que van a estos dos programas deben asumir que van a sufrir si quieren ganar. Solo unos pocos están capacitados para ello. No sé en cuál se sufre más pero garantizo que sufren mucho en ambos.

Le ha dado tiempo a preparar el programa, nadar, bucear, escribir dos blogs, actualizar su Twitter y su Facebook y a algo más importante que ya cuentan las revistas. ¿Aprovecha siempre tan bien el tiempo o es lo que tienen las islas?

? (silencio)

Ya ha empezado la preparación de otro 'reality'. Se llamará 'Acorralados', se hará con el mismo equipo de 'Supervivientes' y su compañero volverá a ser Jorge Javier Vázquez, pero se queda más cerca, en Asturias. ¿Está contenta?

Yo pasé mi infancia en el campo, rodeada de animales. Siempre he tenido mucho contacto con la Naturaleza. Por eso, me siento una privilegiada: he pasado el verano en un paraíso caribeño rodeada de gente maravillosa y ahora voy a pasar el otoño en una tierra como Asturias que no me puede gustar más. Voy a vivir una experiencia que de alguna manera será como volver a mis orígenes. Mi vida personal no me ha dado en los últimos tiempos la oportunidad de pasar una temporada en el medio rural.

¿Echará de menos el exotismo?

No es una aventura en Asia, en Tailandia, en África o en Honduras, pero la aventura en sí no es el lugar sino la experiencia que vives allí y para mí será una experiencia de aventura vital que me encanta. No es necesario viajar lejos para que una experiencia sea completa. Me apetecía hacer algo también en España, un país lleno de lugares maravillosos donde pueden ocurrir tantas cosas como en cualquier otro lugar del mundo.