vitoria. Arturo Valls (Valencia, 1975) está en racha este verano con su nuevo programa, el concurso de Antena 3 ¡Ahora caigo! Planta cara a espacios que tocan las teclas del morbo. "No todo es Belén Esteban y Paquirrín", dice el actor y presentador valenciano. El estar en pantalla no le va a impedir disfrutar de unas vacaciones. Tiene los planes hechos: mar, playa, sol, niño, familia, paella, sangría… Un buen plan para llegar al otoño con las pilas cargadas. "Nunca sabes los proyectos que te van a ofrecer. Seguro que no muchos, pero hay que hacerse ilusiones", comenta Valls.

Cambio de registro, ¿tocaba?

Claro, para no aburrirse. Lo mejor de todo es poder cambiar, te voy a decir eso tan tópico de que en la variedad está el gusto.

¿Cómo ve su concurso?

Antena 3 está haciendo una gran apuesta por el entretenimiento sin sacar los trapos sucios de nadie, no todo es Belén Esteban y Paquirrín.

Desde luego, pero coincidirá que son personajes con tirón.

No voy a negar el tirón que tienen. Pero hay otros programas que también gustan mucho a la audiencia, son de entretenimiento y no se habla mal del nadie.

¿Es un programa de verano?

No tiene que ser solo de verano. Pero todo el mundo sabemos que eso está en manos de los espectadores.

¿Se ha aburrido de interpretar?

Eso nunca. Me gusta mucho y me parece una de las profesiones más interesantes que existen, pero está claro que hay que hacer de todo. No están los tiempos para muchas tonterías.

¿Le gustan los concursos?

Por supuesto. Si el programa está bien hecho, el formato es lo de menos. Todo es cuestión del momento en el que te lo ofrezcan. Hace cuatro meses, me ofrecieron un concurso y dije que no, ahora he dicho que sí.

¿Le gustaba más este que la oferta anterior?

No. Han influido más las circunstancias. Estaba con la grabación de la serie y no podía ponerme a hacer otra cosa. Este ha llegado en el momento justo.

¿Vio algo del formato original de ¡Ahora caigo!

Sí, fue lo que hizo que tomara una decisión positiva. Me gustaron las imágenes que vi en el formato israelí e inmediatamente me vi como presentador. Está siendo muy divertido el concurso. Yo me lo paso bien, los concursantes también y al público le gusta. No puedo pedir más en los tiempos que corren.

En los tiempos que corren, ¿dice sí a todo?

A todo, a todo… No están las cosas como para negarse, eso te lo digo yo. Pero es cierto que hay veces que te dicen para hacer cosas que no hay por dónde cogerlas. En general, te ofrecen productos dignos y no dices que no. No sobran las ofertas. Yo me considero un privilegiado, hay muchos colegas pasándolo mal.

Dicen algunos colegas suyos que la crisis es más fuerte en su profesión que en el resto.

No sé qué decir. Yo hablo por nosotros. Antes había más proyectos, más alegrías, más trabajo. Pero supongo que eso pasa en todos los campos. A mí me han dicho que tampoco está fácil en el periodismo.

No está fácil, no. Pero parece que a usted le sonríe la suerte... o el trabajo.

No me puedo quejar, he terminado de grabar BuenAgente y estoy haciendo otro programa. Enlazar hoy por hoy no es nada fácil. Quejarme sería ir de llorón y no es mi estilo.

¿Puede elegir?

No como antes, eso está claro. Pero no voy a hacer un trabajo que sé que no va a ninguna parte.

¿Le da miedo empezar proyectos nuevos?

Es una profesión en la que siempre estás haciendo proyectos nuevos. No hay una serie y dices que con ella te jubilas. Eso es imposible. Ya es mucho poder vivir de esto. Además es lo que me gusta y lo que he elegido.

¿Está más cómodo presentando o interpretando?

Es un poco lo mismo. Ser presentador de un concurso no es más que hacer un personaje. Aunque ser presentador está más cerca de la persona que el personaje de ficción en una serie. Pero no deja de ser un papel. Yo no voy por la calle hablando en el mismo tono del concurso, no con esa simpatía.

A mí me parece usted muy simpático.

Gracias. Pero no tanto como en el programa. Al menos, no me veo así. En el programa no puedo pegar un corte a nadie, ni ser borde…

¿Pega cortes y es borde?

De habitual no. Pero cuando estás con amigos y algo no te gusta no utilizas la misma simpatía para contestar, pero no soy borde. Eso lo sabe quien me conoce, ¿o no?

Hablemos de su serie, BuenAgente

Hemos hecho una comedia buena, con un tono un poco más contenido de lo habitual, buscando más los personajes y su relación, creo que ha estado muy bien; lástima que la programación no haya sido la más adecuada, pero eso ocurre en televisión y más en estos tiempos.

¿Van a continuar en otoño?

Creo que sí, tenemos cinco capítulos grabados para septiembre y a partir de ahí veremos si hacemos una segunda temporada.

¿Cómo se presenta el verano; con trabajo?

No, tengo tiempo para disfrutar. Este concurso está grabado y voy a poder disfrutar de tiempo libre, niño, familia, amigos…

¿Vacaciones en el mar?

Totalmente, vuelvo a mi Mediterráneo. El niño es aún muy pequeño para viajar y lo que me pide el cuerpo es la playa, las chanclas, el bañador, mi pareja y mi niño que está para comérselo, que es riquísimo. Y seguiré haciendo paellas para toda mi peña.

¿Ha innovado su receta de paella?

No, no, yo soy muy clásico y tradicional en cocina. Mi paella es de poca innovación.

¿Para comer una buena paella tengo que ir Valencia?

Ya me encargo yo de hacer una buena paella allá donde quieras comerla. Se hacen buenas paellas en muchos sitios, pero en el Mediterráneo es todo un ritual: el chiringuito, la paella, la sangría o la clara. Yo en Madrid la hago para mi gente, pero donde mejor se come es en Valencia.

Los catalanes dicen del arroz…

Olvídate de los catalanes, el mejor arroz se come en Valencia.

¿Se considera un cocinilla?

Lo de cocinilla lo dirás con mucho cariño, ¿no? Me gusta trastear, pero cocino solo arroces.