MADRID. La cuestión de los derechos de autor y explotación de las obras digitales es un terreno en el que la industria todavía debe avanzar. Usuarios, compañías y gobiernos no han conseguido encontrar una fórmula que satisfaga a todos. Mientras el sistema termina de regularse, Google ha creado un mecanismo para garantizar que todos los contenidos de su servicio respetan los derechos de autor.
Los críticos de YouTube tienen la idea de que el sistema de vídeo en streaming permite la publicación de contenidos sin respetar los derechos de sus creadores. Una portavoz de Google, María Ferreras, explicó durante la pasada Red Innova, que la compañía había contaba con un sistema para garantizar que absolutamente todos los contenidos de YoutTube son legales. Content ID es una herramienta que analiza toda la información que se publica para comprobar que es legal. "Los propietarios de los derechos suben un fichero original a nuestras bases de datos, que puede ser una película, una canción o cualquier cosa", explicó María Ferreras. De esta manera, YouTube va almacenando las obras originales en una base de datos.
Esta base de datos es privada, por lo que subir contenido no significa publicarlos. "Al subir los archivos originales se genera un fichero de identidad. Cuando los usuarios publican un vídeo en Youtube aparece una barra que les informa de que se está procesando. Parte de ese proceso se destina a comprobar cada uno de los frames de su vídeo con la información de la base de datos, compuesta por millones de contenidos", aseguró la portavoz de Google. Google comprueba absolutamente todos los contenidos que se comprueban. "Cuando hay una coincidencia se mira las indicaciones que ha dicho el productor o dueño de los derechos".
YouTube pone a disposición de los propietarios de los derechos tres tipos de protocolos de actuación en caso de que se detecte que un vídeo tiene parte o la totalidad de su creación. "Cuando hay coincidencias, se puede bloquear la publicación, monitorizar su rendimiento o monetizar". En el primer supuesto, el usuario recibe un mensaje informándole de que no dispone de los permisos para publicar su vídeo. El segundo supuesto, el monitoreo, significa que YouTube permite la publicación e informa a los propietarios de los derechos de los contenidos sobre cómo se está consumiendo el producto.
Con este sistema, los dueños del derecho pueden probar el éxito del contenido para posteriormente bloquearlo o monetizarlo. La última opción es la de monetizar el producto. Con este sistema, el productor o dueño de los derechos recibe los ingresos publicitarios que consigue con el vídeo. Desde Google aseguran que el sistema se ha mostrado efectivo. Content ID ha garantizado la retirada de contenidos que no tenían los derechos necesarios y también ha sido útil para muchos artistas.
El caso más significativo es el de la industria musical. María Ferreras explicó que las grandes compañías optan normalmente por dejar que los usuarios usen sus canciones para sus vídeo ya que pueden conseguir ingresos por publicidad, también promocionar la canción y además que se venda con un enlace a iTunes o Amazon. Content ID parece efectivo. Según YouTube, el sistema deja satisfechos a todas las partes. Según se amplíe la base de datos podría ser más efectivo, pero por el momento desde la compañía se muestran realmente satisfecho con su solución para un tema muy complicado.