Exigen un esfuerzo de producción inusual en España, pero las series de época se han apoderado de la parrilla televisiva y su éxito ha llevado a las cadenas a apostar por nuevos proyectos, desde la vida de Isabel la Católica a las aventuras de Piratas, pasando por un melodrama ambientado en el siglo XVIII.

Ramón Campos, creador de Hispania, ambientada en la lucha del rebelde Viriato por acabar con la ocupación romana en España, explica que este tipo de ficciones comparten con las telenovelas el hecho de que "cualquier emoción se multiplica por 40", con la diferencia de que las series históricas se pueden disfrutar "sin sentir la vergüenza de ver un culebrón".

Para Campos, socio de Bambú Producciones, con la que prepara una nueva serie ambientada en el siglo XVIII "en tono de melodrama y "thriller", al estilo de Gran Reserva -otra de sus creaciones-, con las series históricas es más fácil acercarse a los aspectos "más pasionales" del ser humano, como crímenes, venganzas y "pasiones desenfrenadas", que serían difíciles de ver una serie contemporánea.

Ángel Bahamonde, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Carlos III de Madrid y asesor de 14 de abril. La República, explica que el éxito de este tipo de ficciones radica en el "déficit de conocimiento" sobre nuestro pasado, lo que -cree- entronca con la moda paralela de la novela histórica.

la documentación, clave La documentación es clave para conseguir que el relato sea verosímil, pero se dan licencias como situar a los piratas que operaban en Galicia a principios del siglo XVIII, cuando en realidad su auge se produjo un siglo después, como explica Carlos Portela, creador de Piratas, que en breve estrenará Telecinco.

"Para contar la historia están los libros, pero en este tipo de producciones debe primar el espectáculo", señala acerca del debate sobre la fidelidad histórica Portela, quien ha querido "actualizar" en esta serie -protagonizada por Pilar Rubio, Oscar Jaenada y Silvia Abascal- un género que "rara vez se había tratado en la historia de la televisión".

El productor de Hispania, que cuenta con el historiador Mauricio Pastor como asesor, advierte también de que su labor "no es educar, es entretener".

Virginia Yagüe, coordinadora de guiones y creadora de la serie 14 de abril. La República (TVE) también opina que la clave está en hacer un "tratamiento adaptado" del contexto histórico, al elegir, por ejemplo, el habla de unos personajes de la España de los años treinta.

"La forma de expresión de la época sería bastante complicada y resultaría muy duro y farragoso para el espectador", afirma Yagüe, quien explica que los guionistas llegaron a un consenso "sobre el tono de los diálogos, para que no vulnerasen el rigor y a la vez fuesen asequibles".

Otras series de época se han tomado mayores licencias, como ocurre en Tierra de lobos (Telecinco), que introduce elementos "más o menos fantásticos", un planteamiento que hubiera resultado "muy arriesgado" hasta hace poco, explica su productor ejecutivo, Juan Carlos Cueto.

Las series de época cuestan unos 150.000 euros más que las actuales -cada uno de los 8 capítulos de Piratas ha salido por 600.000 euros-, y en ocasiones no resultan rentables, como explica Daniel Écija, creador de Águila Roja, la producción que abrió la la moda de la ficción nacional del género. "Con este tipo de series trabajas a medio y largo plazo", añade el presidente de Globomedia, productora de esta serie sobre un ninja en el Siglo de Oro español, que ha saltado también al cine y que se ha vendido ya a 19 países. Glomomedia también está a punto de iniciar junto a Antena 3 el rodaje de El corazón del océano, que llevará a Hugo Silva e Ingrid Rubio a la América del siglo XVI.

el reto Uno de los grandes retos de producción del género será Isabel, título definitivo de la serie sobre Isabel la Católica que emitirá TVE y que comenzará a rodarse en julio en Madrid. Diagonal TV prepara esta ficción sobre la vida de Isabel I de Castilla y ya ha iniciado un cásting en el que figura, entre otras actrices, Pilar López de Ayala, quien dio vida en el cine en 2001 a la hija de la reina castellana, Juana la Loca.

Según la directora de Programación y Contenidos de TVE, Lola Molina, el espectador busca "la calidad del producto", aunque reconoce que una ficción española de época tiene a su favor que cuenta "historias nuestras", motivo por el cual "las producciones españolas han desplazado a las extranjeras".

Rodolf Sirera, cocreador de Amar en tiempos revueltos (TVE), defiende que el contexto histórico no es un mero gancho para conseguir audiencia, sino que sirve para abordar "conflictos" que se vivían en el pasado, "como el sometimiento de la mujer, lo que nos ayuda a reflexionar sobre todo lo que hemos ganado como sociedad". Sirera cree que la abundancia de series de época responde a una moda "que va y viene de forma cíclica".

Mientras, el productor de Tierra de lobos concluye que este tipo de ficciones "no pasarán de moda del todo, tras el boom siempre quedará alguna, como ocurre con las de médicos".