vitoria. Un cuarto de siglo con un micrófono en la mano le da una soltura impresionante para que nada ni nadie le pille fuera de juego.

¿Cuántos años lleva usted con un micrófono en la mano?

Si no contamos los años en los que leía epístolas y demás en la iglesia del colegio, aproximadamente un cuarto de siglo, que me parece una barbaridad.

¿Qué significa la radio para usted?

Es una buena pregunta porque no me la he hecho nunca. Creo que es consustancial a mí. Allá donde esté, pienso en radio, en programas, en entrevistas, en la gente que escucha, en lo que disfruto. A veces se dice que algunos grandísimos de esta profesión son animales de radio. Salvando las distancias, algo de eso creo que soy.

"A mi manera", va a ser usted el madrugador de Onda Vasca los fines de semana.

Es un programa que va a empezar en octubre. No será de deportes. Será una mezcla de cosas, algo así como un popurrí bastante friki Entrevistas, música del año de la polka, cuestiones atemporales. Según tenga el día, elegiré el camino. Por eso se llama A mi manera.

También le podemos seguir los lunes en Gabon con Javier Vizcaíno. ¿No descansa usted?

Me cuesta decir que no. Si alguien como Javier te pide un minuto se lo tienes que dar. Si encima tienes toda la libertad que quieras, ni te cuento. El miércoles, en un autobús una chica de Hondarribia había oído El minuto de oro y me lo comentó. Compromisos como éste te exigen pensar y ser creativo.

Siempre le hemos relacionado con el deporte, pero su experiencia es mucho más amplia...

Las personas nos acostumbramos a encasillar y situamos a la gente en un contexto. Hacer cosas distintas al deporte me ha permitido conocer personas y situaciones diferentes. Siempre aprendo algo nuevo. Disfruto con la gente que cuenta cosas de su vida y las comparte con los demás por sencillas que parezcan. La sociedad está llena de personas con trayectorias ejemplares que la gente desconoce y es una pena. Por eso, he aceptado siempre hacer otras cosas, aunque cuesten mucho y te agoten mentalmente.

Hablando de fútbol, y aunque es pronto aún ¿se atreve a hacer pronósticos?

No. Bueno, Real Madrid y Barcelona serán los dos primeros. La clave está en saber el orden final. Luego, salvo sorpresas, un abismo y unos cuantos. Finalmente, la mitad de la tabla sufriendo por no bajar. Hace tiempo que el marco está configurado así. Apuesto por el buen fútbol y por quienes lo proponen. El Barça en esto es ejemplar.

¿Cómo ve a Osasuna?

Tengo dudas, porque observo que no hay mucha comunión de parte de la grada con el entrenador y el presidente. Si se tuerce la marcha, puede que surja zafarrancho. Cada vez son menos los navarros que juegan en el equipo y ese plus de fuerza que dan los jugadores de casa le puede hacer falta.

¿Qué otros deportes le interesan?

Empecé con el balonmano, en los grandes tiempos del Bidasoa, cuyos logros viví con pasión. Da mucha pena ver cómo están nuestros equipos masculinos a día de hoy. Disfruto con los buenos partidos de pelota y las regatas, sobre todo si gana Hondarribia. Como espectador siento pasión por Nadal. Si digo que me lo paso muy bien con el patinaje artístico y los saltos de trampolín, habrá gente que se cachondee, pero es verdad.

¿Qué le parece la batalla que hay entre los periodistas deportivos de la Cope y la Ser?

La conozco desde el primer minuto porque mantengo muy buenas relaciones con periodistas de las dos casas. Incluso, alguno me pidió opinión. Hice los JJ.OO. de Barcelona con la Cope que entonces quiso incorporarme a su equipo de trabajo. Fue mi mayor experiencia profesional, pero aquellos eran tiempos muy distintos. Ahora vivimos la competencia de las empresas y las batallas por la audiencia y la publicidad. Estoy atento al siguiente estudio de audiencia. Habrá sorpresas, seguro.