Los 2.000 millones de euros de la recaudación mundial de Avatar han convertido a la película de James Cameron en la más taquillera de la historia. Una muestra evidente de la incapacidad de los espectadores por saciarse de espectacularidad en el desarrollo tecnológico.
La reducción del coste tecnológico ha permitido ahora dar el salto a las tres dimensiones de las salas de proyección al salón. Un boom en el que la parte más beneficiada van a ser los fabricantes de televisores.
Tras haber acabado la época de renovación de aparatos para adaptarse al apagón digital y a la pantalla plana, los comerciales ultiman ahora el lanzamiento de aparatos capaces de hacer creer al espectador que está dentro de la escena.
La transformación que atañe de aquí en adelante a los consumidores puede costar a partir de 1.800 euros con los modelos más económicos, un 30% más de lo que hay que pagar por los televisores de LCD o plasma que se pueden encontrar hoy en día en el mercado.
Los fabricantes parten desde formatos de 19 pulgadas en el caso de Samsung, aunque Sony las comercializará previsiblemente a partir de 40 pulgadas, un tamaño que ya permite explotar las virtudes de esta novedosa tecnología.
Hasta hace poco, los receptores de televisión estaban destinados a ser barridos por ordenadores y contenidos online pero, para satisfacción de los fabricantes, es precisamente el éxito de la esteroscopia los que permitirá que la caja tonta siga ocupando un lugar predominante en muchos hogares.
El problema de los contenidos tridimensionales es que aún son escasos, pero los analistas auguran una rápida adaptación de los operadores a ésta demanda y Sony ha asegurado, incluso, que la mitad de los televisores vendidos dentro de tres años estarán adaptados al 3D.
antes del mundial Todos los grandes fabricantes -Panasonic, Samsung, LG, Sony- tienen ya aparatos en el mercado capaces de reproducir en 3D o planean lanzarlos antes del verano, para llegar a tiempo del Mundial de fútbol de Sudáfrica que, por primera vez en la historia, se retransmitirán también en el nuevo formato. En España será el canal Premium, de Canal+, el que emitirá los mejores partidos del Mundial FIFA 2010 en 3D.
De hecho, poder disfrutar como si fuese una realidad del balón deslizándose por el césped de un campo de fútbol es uno de los principales atractivos de la televisión inmersiva. Ya que, los eventos deportivos parece que van a conseguir tener uno de los papeles protagonistas en éste tipo de retransmisión.
En Europa se estrenó el pasado 3 de abril la tele 3D con un partido de fútbol: el Manchester United-Chelsea en el canal británico Sky 3D, que también ha asegurado que emitirá pronto películas y documentales con volumen añadido a la imagen.
Aunque el objetivo de muchos es que el abanico de contenidos para televisión en esta tecnología abarque en un futuro próximo muchos otros géneros y pueda ampliarse también al mundo de los videojuegos.
De hecho, el gigante japonés de los videojuegos, Nintendo, ya ha anunciado que antes de marzo de 2011 lanzará al mercado la Nintendo 3DS, su primera consola portátil con efectos 3D que no requerirá gafas especiales. Pero, para poder ver la televisión sin las molestas lentes todavía habrá que esperar.
las gafas activas La utilización de gafas para ver esos contenidos con profundidad es uno de los escollos que con más rechazo han recibido los espectadores. Además, las atractivas gafitas de cartón han sido calificadas por muchos expertos como perjudiciales para la vista.
Martin Banks, profesor de Oftalmología de la Universidad de California en Berkeley, ha publicado recientemente un estudio sobre lo que él denomina "fatiga del 3D", asegurando que, en muchas ocasiones, ver contenidos estereoscopicos puede provocar dolores de cabeza, visión borrosa y cansancio.
Según Banks, la estereoscopia viola las normas de percepción a las que nuestros ojos y nuestro cerebro están acostumbrados y nos obliga a fijarnos simultáneamente en las imágenes del fondo y en las más cercanas, lo que se traduce en fatiga visual.
Pero, no es la única desventaja que se achaca a ésta tecnología. Con el fin de poder disfrutar de cualquier emisión se debe tener a oscuras la habitación para que la imagen no parpadee.
Si, además, los espectadores quieren experimentar el efecto que produce el cine tridimensional es recomendable comprar películas especialmente desarrolladas para este tipo de formato y contar con acceso a canales específicos, en España inexistentes por el momento, aunque ya se ha adelantado la creación del primer canal, denominado 3D Channel.
El impedimento principal para muchas cadenas es el coste astronómico que requiere tanto la producción como la recepción y emisión en esta tecnología.
Una posible solución a ésta problemática podría consistir en duplicar la imagen en los nuevos televisores para lograr una forma artificial en tiempo real. Así, la señal 2D se convertirá en un 3D no real.