vitoria. Xabier Lapitz, conductor de Euskadi hoy, analiza los resultados obtenidos por la emisora en el último estudio del CIES. 40.000 oyentes es el resultado que ha obtenido Onda Vasca. Lo espectacular de esta cifra es que la encuesta está realizada en las dos primeras semanas de la nueva etapa de esta radio. Balance, momentos de euforia, objetividad se dan cita en esta entrevista. En el sumario de intenciones de Lapitz hay una entrevista pendiente, el lehendakari Patxi López. El periodista guipuzcoano piensa seguir insistiendo en su objetivo. A la hora de hacer balance señala que si buenos son los resultados de lunes a viernes, espectaculares son los obtenidos por su compañera Itsaso Güemes con Euskadi hoy-fin de semana.

Cien días de radio.

Han sido cien días de mucho trabajo, empastando equipos, programación? Pero hemos consolidado un buen producto, a muy buen nivel en el difícil mercado de la radio y de ahí, ya no nos va a sacar nadie. Eso está claro.

Cuarenta mil oyentes, ¿esperaba el dato?

La verdad es que hoy lo puedo confesar. En la quiniela interna que habíamos hecho yo había puesto diecinueve mil. Te puedes imaginar, es el doble de lo que yo había calculado y me parece una cifra espectacular. Espectacular, me explico, es que nosotros llevábamos solamente dos semanas de emisión cuando se empezó a hacer la encuesta de audiencia del CIES, con una marca poco conocida, con un equipo nuevo y con muchas dificultades técnicas, sobre todo, al principio.

¿Cómo se imagina ese dato de audiencia ahora?

Hemos crecido de cero a cuarenta mil. Es un fenómeno bastante extraño en la radio, lo digo porque sé algo del negocio, por eso lo puedo decir, es espectacular. Suele ser mucho más difícil crear audiencia que destruirla, lo estamos comprobando casi a diario.

¿Echa de menos los medios técnicos de otras épocas?

No, la verdad, estamos asignados a una realidad. Es una emisora nueva, es bueno empezar sabiendo que somos una cosa pequeña; importante, pero pequeña. Hay que ir dimensionándola a medida de que vaya creciendo, no podemos empezar a competir con un Ferrari. Competimos con lo que tenemos y parece que lo estamos haciendo bastante bien según los datos de audiencia. ¿Si tuviera más medios técnicos haría más cosas? Probablemente sí, pero no me planteo ahora ese tema.

¿Se percibía en la calle una aceptación tan alta?

Son cuarenta mil oyentes muy cualificados. Nosotros no se lo hemos puesto muy fácil para que sigan ahí. Con una programación solamente por la mañana, con música el resto del día, obligándoles a muchos, porque lo sé, a resintonizar cada mañana su radio, no era fácil. ¿Eso qué significa? Que hay un hueco clarísimo en la audiencia que está demandando que les contemos la realidad sin cambios y esto no ha hecho más que empezar.

Si hiciéramos hoy la encuesta?

No me atrevo a dar cifras, para eso suelo ser bastante cauto como has podido comprobar con los diecinueve mil oyentes que yo decía antes. Pero estoy seguro que somos mucho más que cuarenta mil. Es gente que se preocupa, que te llama? Hemos empezado a jugar en la primera división para todo: para las entrevistas, para los actos convocados, para la publicidad. Estamos jugando en primera división.

En materia de entrevistas creo que sigue usted teniendo una pendiente.

Sigue teniendo una pendiente a pesar de que la hemos pedido y yo estaría encantado de hacérsela al lehendakari Patxi López cuando quiera. Soy periodista y él es lehendakari, tiene la decisión de si viene o no viene, a dónde va y cómo lo hace. Desde luego estaría encantado de hacérsela.

Aznar, siendo presidente, nunca concedió una entrevista a Gabilondo.

A mí no me parece de recibo, no tanto por Onda Vasca, más bien por sus oyentes, son cosas diferentes.

Ha sido muy crítico con él.

Vamos a ver, yo critiqué la decisión de Patxi López de ir a la cadena SER antes que a Radio Euskadi porque me parecía un desprecio al medio público, que entonces era líder de audiencia. A partir de ahí, cada político discrimina dónde le apetece ir o a dónde no ir. El lehendakari es muy libre de ir o dejar de ir. Yo sé que mi labor como periodista es insistir en que quiero entrevistarle y yo lo voy a seguir haciendo.

Ha entrevistado a políticos de todo el arco de partidos, ¿se queda con alguno?

No, de verdad, de los partidos políticos no me quedo con ninguno.

¿De la realidad social?

Sí, la fluidez que tuvimos con los familiares de los secuestrados del Alakrana, más que la que tuvieron con el gobierno, según parece, nos reportó momentos duros, pero también gratos y de estar al lado de gente de la calle, como nosotros, pero que estaban sufriendo en ese momento. Hay que valorar la alegría después de la liberación. Eso es un poco el estilo que podemos ir marcando de cercanía. Estuvimos donde tuvimos que estar y donde no estaban otros.

Aunque sea alimentar su ego, se ha convertido en un referente de la radio vasca.

Un respeto al resto de profesionales que trabajan esa franja horaria. Estoy muy contento con los cuarenta mil oyentes a los quince días de empezar, pero esto no ha hecho más que empezar.

¿Necesita perspectiva?

Como todo, esto necesita un año, un año y pico. Tengo muchísimo respeto a quien tiene ciento cincuenta mil oyentes a esa misma hora en Euskadi. Este partido es largo y no ha hecho más que empezar. ¿Ser referencia? Creo que hay varias referencias informativas en Euskadi. Referencia, yo no; sí el equipo, el programa, Onda Vasca. Tengo mucho respeto por quien de momento nos triplica en audiencia.

Su franja horaria tiene muy buena audiencia, pero el conjunto de la emisora ha sacado unos datos muy buenos.

A mí me parecen espectaculares los datos de Itsaso Güemes durante el fin de semana. Creo que es muy importante esa franja de fin de semana, sin programación delante y sin programación detrás. Tiene oyentes que van a buscar expresamente el programa de fin de semana. Tiene un mérito añadido, nosotros estamos dentro de un grupo potente de gente a la mañana, conocemos muy bien los entresijos de lo que queremos. El estar trabajando durante el fin de semana en una isla tiene un mérito increíble. Lo ha hecho muy bien.

Cuando empezaron se enfrentaron a un curso potente en actualidad. ¿Se queda con algún tema?

A nosotros nos tocaba explicar que no nos atenemos a cambios artificiales, ni políticos dirigidos desde el gobierno. Todo lo referente a este discurso de normalidad me resulta artificial. Intentar normalizar a la fuerza al conjunto de la sociedad vasca no funciona, la gente no pasa por ahí. Nosotros estamos mucho más pegados a la realidad de la sociedad vasca de lo que lo está quien nos intenta normalizar a golpe de decreto. Ese intento de normalizarnos ha sido el motor de la política que se ha hecho durante estos meses. La sociedad no traga una normalización hecha a golpe de decreto, por eso nosotros queremos contar la realidad sin ese cambio artificial. Ese es nuestro trabajo.