Madrid. Anabelle Wallis respira vitalidad en la entrevista, está encantada de ser el centro y se mueve bien en este ambiente. Corta a veces su inglés para contestar en español, un idioma que mezcla con el portugués. "Soy un espectáculo hablando español y portugués".
Es usted la Reina Madre en una época muy turbulenta para Inglaterra.
Es un papel fantástico parara una actriz joven. Ser una reina como ésta en una producción como Los Tudor fue algo que me ha llenado mucho. También me ha dado la posibilidad de explorar un tiempo, un lugar fascinante. Un monarca como Enrique VIII es apasionante. Jane Seymour es la favorita. Es la Reina Madre, la más guapa. Me gusta hacer personajes que también gusten a la gente.
¿Cómo ve a Enrique VIII?
Es un personaje fascinante. Un rey con un gran atractivo para hombres y mujeres. Para ellas era un ser fascinante que las atraía totalmente. No sólo tuvo seis esposas, tuvo numerosas amantes. Las mujeres se rendían a sus pies.
Mujeres que querían el poder o estar al lado del poder.
No sólo eso. Enrique VIII tenía también un gran poder, ejercía una gran atracción física y sexual sobre las mujeres. Era un hombre -según la Historia-, imponente, atractivo, seducía a las mujeres. No dudo de que éstas quisieran también gozar de las influencias de estar al lado de un rey como él, pero entre él y sus mujeres había mucha tensión sexual.
¿Cree que hay muchos "Enriques" VIII por el mundo?
Ja, ja, ja? Más de uno seguro que sí. Cualquier hombre con poder, dinero e influencias tiene un poco de Enrique VIII.
¿Qué ofrecen estos reyes de hoy?
Opulencia, riqueza, fortuna, clase social y seguro que también una relación sexual, sentimental, pero no van matando a la gente por ahí. Un Enrique VIII de hoy no va cortando cabezas a diestro y siniestro.
¿Se vivía bien de favorita en la corte de Enrique VIII?
Uff, ser favorita tuvo que ser estupendo. Tengo que probarlo ahora, pero no tengo un Enrique VIII cerca. En la época de Los Tudor, ser la favorita era realmente maravilloso. En el rodaje también he sido la favorita, pero es difícil trasladar el mensaje de aquella época al público de ahora. Tienes que conseguir que el público te quiera. El espectador tiene que sentir que tú eres alguien, que mereces el título de reina.
¿Por qué es difícil transmitir el personaje que interpreta en Los Tudor
Es más fácil que la gente te odie cuando haces un personaje maligno. Eso sí que es fácil. Los personajes dulces, bondadosos y sencillos no transmiten esa fuerza a los espectadores.
¿Nos podemos encontrar por la vida a mujeres como Catalina de Aragón, Ana Bolena, Jane Seymour??
Sí, yo creo que sí. Las mujeres seguimos siendo las mismas, aunque hemos evolucionado mucho. Los estereotipos han cambiado. Básicamente, las mujeres son inteligentes y siguen haciendo selecciones en su vida, como en la corte de Enrique VIII. Por ejemplo, Jane, mi personaje, era una persona que tenía mucha estrategia, pero era calladita y con inteligencia. Creo que es la reina cariñosa y bondadosa que ha vendido la Historia. Pero ella sabía perfectamente que estaba en un lugar con mucho poder y jugaba a ese juego de bondad y cariño con el fin de ganar la confianza del pueblo y, sobre todo, del rey.
¿Un lobo con piel de cordero?
No, tampoco era una tramposa. Era diferente, como reina jugó su papel y lo hizo bien. Había otras mujeres más abiertas que se hacían oír, eran diferentes, ella era calladita, tranquila, pero sabía lo que quería conseguir. Ahora también hay muchas mujeres así. Es importante expresar las opiniones, es bueno hacerse oír, pero así es mucho más fácil que te ataquen. El estilo de la mujer ha cambiado, pero siempre es interesante mirar a un tiempo pasado pensando que había un código de conducta y de ética.
¿Hay códigos de conducta y ética hoy?
Claro. Pero la presión que sienten las chicas jóvenes hoy al decir si quieren ser alguien que desea hacer una carrera, si quieren ser sólo madres? Todos los personajes, más los de las mujeres, tienen su reflejo en la sociedad moderna. Está la mujer que expresa su fuerza como Ana Bolena, luego están Jane o Catalina de Aragón. Estas dos representan la figura fiel, la figura materna. Todas ellas tienen personalidad, personajes históricos como éstos y otros han abierto camino a las mujeres de hoy.
Hablemos de Hollywood. ¿Cómo se siente usted en el reino del cine?
Es muy diferente, pero tiene que ver también con la corte de Enrique VIII. Cuando estás allí tienes acceso a directores, productores, dinero? El dinero es un factor muy importante, pero en todos los reinos, en todas la épocas. Cuando comparo la industria del cine y la televisión de Hollywood con la de Londres veo muchas diferencias. La de Londres es más tipo boutique.
¿Con qué lugar se queda: Hollywood o Londres?
Son diferentes, en Hollywood todo es a lo grande. En Londres tienes artistas fantásticos, las producciones que se hacen son estupendas, tienen una gran factura.
¿Es fácil moverse en lugares como Hollywood?
Te lo puede dar todo o te puedes quedar sin nada. Hay mucho talento, ha sido la cuna de lo que vemos hoy en cine o en televisión, pero también es un lugar muy peligroso. La gente no se da cuenta de que es un lugar muy del antiguo mundo. Es un lugar duro, sobre todo ahora con la situación financiera actual. Pero te das cuenta de que, a pesar de ello, hay gente dispuesta a asumir riesgos en el cine, pero los americanos asumen muy bien los riesgos, más que los europeos.
¿Por qué se decidió por el mundo de la interpretación?
Nunca pensé lo de ser actriz cuando era joven. Soy realista, no pensé que iba a funcionar. Vivía en Portugal, me he criado allí, luego fui a Londres y empecé en la Escuela de Arte Dramático. Me ofrecieron un papel y todo empezó a ir bien. Una vez que olí este mundo salí disparada hacia él.
¿Es difícil mantenerse en un mundo tan competitivo como la interpretación?
Sí, muy difícil. Es un mundo duro, sobre todo para las mujeres. Es muy importante saber quién eres y que te mantienes fiel a ti misma. Hollywood, por ejemplo, es un lugar increíble para esto. Te reta todos los días. Es un reto en lo personal y en lo profesional.
¿Tiene calidad de vida?
Si tienes dinero, si lo ganas trabajando, nadie regala nada, la calidad de vida para un actor o una actriz es fantástica. Hay veces que recibes más de lo que das, otras no. Es un lugar interesante si sabes juzgar a las personas. Echas de menos Europa, pero compensa en cierta forma.