Los frenillos son bandas de tejido conectivo fibroso, muscular o ambos que unen dos superficies contiguas, y que en determinadas situaciones pueden causar problemas ortodóncicos, fonéticos, periodontales y protésicos, debido a variaciones en su forma, tamaño y posición.

Según su localización se clasifican en:

Frenillo labial superior:

La deformidad del frenillo muchas veces es el resultado de su baja inserción ocasionando frecuentemente una separación de los incisivos centrales o DIASTEMA, con el consiguiente perjuicio estético.

Esta separación entre los dientes ocasiona además alteraciones de la fonética del paciente produciendo un sonido balbuceante o de silbido por causa del espacio existente, aunque este problema solo es clínicamente significativo en casos muy severos.

Cuando salen los caninos permanentes el espacio tiende a desaparecer por la acción de las fuerzas laterales generadas por ellos.

Frenillo labial inferior:

Ocasiona muchas menos alteraciones que el superior entre las que destaca la RETRACCIÓN GINGIVAL, producida cuando tiene una inserción amplia y próxima a la papila interproximal.

Puede aparecer también GINGIVITIS debido a la imposibilidad del paciente en hacer una higiene correcta sobre todo en los casos en los que el frenillo tenga una inserción profunda en la papila gingival.

Frenillo lingual:

Se define como la existencia de una membrana mucosa situada bajo la lengua. Puede ser excesivamente corto, produciendo una serie de alteraciones que van a dificultar el desarrollo normal del niño:

  • Alteraciones del lenguaje y del habla: dificulta la elevación normal de la punta de la lengua.
  • Dificultades en la lactancia y deglución.
  • Alteraciones en relación con la prótesis: un frenillo anormalmente corto o con una inserción demasiado arriba, puede comprometer la estabilidad de una prótesis removible inferior.
  • Otras alteraciones: puede traumatizarse el frenillo lingual por el contacto con los incisivos inferiores y formarse una úlcera o incluso llegar a desgarrarse por completo.

¿Cómo se corrige la patología de los frenillos?

Si no se corrige por sí solo, se corrige mediante intervención quirúrgica que consiste en la eliminación total del frenillo y de su inserción: FRENECTOMÍA, o reubicando la inserción del frenillo en una posición normal: FRENOTOMÍA. Si después de la cirugía del frenillo labial superior no se consigue el cierre del espacio entre los incisivos superiores, se requerirá tratamiento de ortodoncia.

La intervención se realiza mediante anestesia local. Actualmente este tipo de intervenciones son muy rápidas con la utilización del láser quirúrgico, se realiza de manera ambulatoria y no requiere de la utilización de sutura.

En niños muy pequeños, si la solución es quirúrgica, debe hacerse con anestesia general.

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