2020 comenzó siendo proclamado por la OMS como el Año Internacional de Enfermeras y Matronas a nivel mundial, dada la función que desempeñamos en los servicios de salud. Al inicio del año se emprendieron acciones en este sentido y, también, en el de cuestionar el ratio de enfermeras y matronas, con el fin de promover una mayor inversión en personal de enfermería. Los actos previstos de nuestro año junto con el Día de la Enfermería que se celebra el 12 de mayo, quedaron acallados por la emergencia sociosanitaria más grave de la historia de nuestro tiempo, la COVID-19; hecho que ha puesto en el punto de mira la resistencia, solidez y capacidad de afrontamiento ante situaciones de esta magnitud, tanto desde los sistemas de salud, como desde cada persona.

Son muchos los colectivos que han demostrado su buen hacer y, entre ellos, nuestro colectivo merece una mención especial. Las enfermeras hemos estado y permanecido en primera línea de atención, demostrando una vez más nuestra profesionalidad. En un inicio, se atendió a la ciudadanía sin materiales de protección necesarios y adecuados; junto con una elevada sobrecarga asistencial, con el consecuente cansancio físico y psíquico; y además, sin contar con las pruebas de salud necesarias para conocer la situación personal, aspecto que conllevaba la duda de si se estaba poniendo en riesgo a las personas más allegadas. Aun así, se ha superado cualquier expectativa en atención, coordinación y cuidado, dando una respuesta de una profesionalidad encomiable. Se han vivido muchas “historias”, muchas difíciles de olvidar, pasando por momentos de alegría, también de cansancio, pero, también, de una profunda tristeza por todos los corazones que han dejado de latir y por no haber podido “hacer un poco más”.

Ahora en 2021, volvemos a celebrar un 12 de mayo con una carga asistencial profunda y con una situación que no ha cambiado mucho, aunque estamos protegidas y vacunadas, la presión asistencial es máxima. Aun así, las enfermeras seguiremos estando en primera línea de actuación sanitaria. Nuestro trabajo se basa en atender, cuidar, acompañar y orientar. Socialmente ha habido un reconocimiento al esfuerzo y trabajo realizado, aspecto que agradecemos sinceramente pero que no es nuestra prioridad. Nos gustaría que realmente el gobierno valorara a las enfermeras, queremos oportunidades y responsabilidades directivas, queremos mayores sueldos.

En cuanto a la responsabilidad que desempeñan las enfermeras, no puede ser mayor: en sus manos está la vida de sus pacientes. Los cuidados, la prevención de complicaciones y la administración de medicamentos son esenciales para su supervivencia y mejora.

Hoy en día, una enfermera estudia las mismas horas y obtiene los mismos créditos universitarios que otros licenciados que conforman el Grupo A1 como abogados, economistas o biólogos. Sin embargo, cuando se incorpora a la Administración Pública se le adjudica el Grupo A2 en vez del A1.

Además consideramos que es un momento óptimo para que las autoridades sanitarias pongan en valor nuestra profesión, revisen los campos de actuación enfermeros y los ratios de enfermeras que serían deseables. Así, se podrían garantizar mejoras tanto en la seguridad de pacientes, como en la atención a la ciudadanía, o en la práctica clínica. Si se toman las medidas necesarias, podremos trabajar mejor, mejorar la calidad de vida y salvar más vidas.

Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Álava queremos transmitir nuestra felicitación por el día de la enfermería y nuestro más sincero agradecimiento y reconocimiento a todas vosotras, enfermeras y enfermeros alaveses, por el extraordinario trabajo que estáis realizando en cualquiera de los ámbitos. No podemos sentirnos más orgullosas. La pandemia ha servido para comprobar que no hacen falta campañas de reconocimiento, vuestra labor lo dice todo.

Eskerrik asko, benetan!

La Junta del Colegio Oficial de Enfermería de Álava.

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