Muchos creen que dieta equilibrada es un concepto difuso, pero no. Es lo contrario de las peligrosas dietas milagro. Lo importante es no recurrir a ellas, "porque a la larga hacen que se acaben recuperando los kilos perdidos y además merman nuestra salud", afirma Noelia Suárez, experta de Nutritienda.com. Lo ideal, añade, es "llevar una alimentación sana todo el año y poner en práctica las pautas de la dieta equilibrada". Pero, ¿cuáles son? Estas son diez normas para llevarla adelante y conseguir el objetivo planteado.

1. Olvidar la báscula

Un temor siempre que se quiere comenzar con una dieta para adelgazar es el enfrentamiento con la báscula. No hay que obsesionarse, es mejor pesarse una vez cada dos semanas y procurar que siempre sea a la misma hora, con la misma ropa -o sin ella-, y en la misma báscula, ya que el peso puede variar según el aparato. No obstante, el peso no es el mejor indicador de salud, ya que la misma cifra puede mostrar cuerpos muy diferentes: uno sano y definido, frente a uno aparentemente más delgado pero con una mala nutrición y con un mayor porcentaje de grasa corporal.

2. Fijarse unas metas

Es fundamental proponerse unos objetivos reales y luchar por alcanzarlos. Siempre es más fácil conseguir algo si uno se fija metas. Confiar en uno mismo es clave para alcanzarlos.

3. Prepararse uno mismo la comida

Preparando la comida se pueden controlar la cantidad que se ingiere, la forma de preparación y los ingredientes usados. Siempre es mucho más saludable la comida casera que la elaborada industrialmente o en ciertos establecimientos.

4. Buscar alimentos saciantes

Aliarse con los alimentos saciantes ayudará a mantener los niveles de glucosa en sangre y así controlar los impulsos de vaciar la nevera. Si uno se hace amigo de los alimentos de digestión lenta, como cereales integrales, frutos secos, fruta con piel, salvado de avena, clara de huevo, semillas de lino, legumbres... y aumenta el consumo de grasas saludables, no solo mejorará el perfil de triglicéridos en sangre, regulará el colesterol y aumentará el efecto cardioprotector, sino que también acelerará la combustión de grasas al disminuir su acumulación y estimular la saciedad.

5. Fuera salsas industriales

Están llenas de grasas y retrocederán los beneficios alcanzados. Se pueden -y deben- elaborar salsas caseras con muchas menos calorías que las industriales.

6. Hidratarse adecuadamente

Beber líquidos es fundamental para cualquier dieta. Aunque no se sienta la necesidad de beber hay que intentar ingerir varios vasos de agua al día para depurar el cuerpo e hidratarse adecuadamente. La cantidad media necesaria para un adulto es de dos litros, pero hay que escuchar las necesidades de nuestro propio cuerpo y darle el agua que necesita.

7. Picar alimentos sanos

Es importante tener siempre a mano algo sano para picar: fruta, frutos secos, crudités de verduras... para no recurrir a la tentadora pero nociva comida basura.

8. No saltarse comidas

Es un mito eso de "si se salta una comida se adelgaza", porque lo único que se consigue es ingerir más en la comida siguiente, ya que uno llega con más hambre y eso no es bueno para la dieta. Hay que intentar hacer al menos cuatro comidas al día, variando las cantidades y las calorías para que así el organismo rompa su rutina, nivele la ansiedad y se active el metabolismo de las grasas.

9. Stop a refrescos y bollería

Hay que sustituir los refrescos azucarados y la bollería industrial por bebidas sin azúcar, infusiones, batidos de frutas y macedonias naturales. También hay que intentar evitar las bebidas con gas, y por supuesto, moderar el consumo de alcohol.

10. Mover el cuerpo

Ninguna de las pautas mencionadas anteriormente tendrán sentido y serán eficaces si uno no se mueve y practica algo de ejercicio cada día. El entrenamiento ayuda a la combustión de las grasas y hace que la dieta sea más eficaz. Además, hay muchas formas de moverse aunque no se tenga tiempo: evitar los ascensores y utilizar las escaleras, dar un pequeño paseo todos los días, hacer ejercicios de cinco minutos o caminar un poco cada media hora por la casa.