n el extremo oriental de la explanada del Plazaola, ascendemos por una pista asfaltada y dejamos abajo el tramo de vía verde que se dirige hacia Sarasa. Ascendemos hasta los depósitos de agua, termina el asfalto y continuamos por camino pedregoso. Atravesamos una cancela y justo después encontramos una bifurcación marcada por un poste. El ramal de la derecha se dirige a la ermita de la Trinidad de Erga y nosotros continuamos hacia la izquierda siguiendo el sendero SL. Ascendemos por zona herbosa, adehesada, en la que crecen magníficas encinas y donde no es raro encontrarnos con caballos pastando.

Tras medio kilómetro de marcha encontramos otro poste y continuamos recto al tiempo que dejamos el desvío de la variante de Artadia a la izquierda; regresaremos por él si decidimos completar la ruta circular. Seguimos en ascenso guiados por balizas verdiblancas, ignoramos varias sendas que se dirigen a la izquierda para seguir recto hasta encontrar una portilla de madera y enlazar con un claro camino (0’9 km). Este gira a la izquierda y avanza rodeado por grandes robles y encinas que nos acompañan en una subida que algunos podrían encontrar penosa.

Según logramos altura vamos ganando en vistas sobre Irurtzun y el extenso valle de Sakana. Termina el ascenso en un alto (1,3 km); a la izquierda tenemos muy próxima la cumbre de Allegain, a la que podemos acceder fácilmente. Se trata de un espléndido balcón natural sobre Irurtzun que de por sí ya podría ser el objetivo final de nuestros pasos.

Dispuestos a proseguir el camino avanzamos hasta un cruce señalizado a los pocos metros. Dejamos el ramal que desciende hasta Orazulo a la izquierda y seguimos al frente, el primer tramo en ligero descenso, hasta el Mirador de los Buitres (1,9 km) desde donde disfrutamos de impresionantes vistas sobre la peña Dos Hermanas, sierra de Andia, Sakana, sierra de Aralar, Goldaratz y el valle del Larraun.

Regresamos hasta el cruce de Allegain y tenemos tres posibilidades: la primera y más sencilla es desandar el camino hasta el punto inicial. La segunda consiste en tomar el desvío hacia Orazulo y completar el trazado del sendero SL, pero implica un tramo por carretera y luego un corto pero incómodo rodeo para salvar el túnel de Artadia, aún no acondicionado en el trazado de la vía verde. La tercera opción, descrita a continuación, es la más interesante si bien incluye subidas y bajadas que aumentan el desnivel acumulado de la ruta y recorre caminos solo aptos para aquellos con algo de espíritu aventurero.

Descendemos por el trazado del sendero SL hacia el aparcamiento de Orazulo. El bello camino serpentea en el robledal y a los tres kilómetros llegamos a un desvío señalizado: a la derecha queda un ramal y el SL continúa en claro descenso de frente. En este punto tomamos una fina senda, casi imperceptible en su inicio que, hacia la izquierda, se dirige a la cara norte de la Hermana menor. Es un espectacular tramo en ligero ascenso en el que se respira ambiente montañero y que, sin peligro, pasa a la cara sur por una puerta natural cerca de los últimos dientes de la cresta (3,26 km).

Descendemos por la otra vertiente siguiendo la empinada senda que se borra bajo mucha piedra suelta. Hay que bajar con cuidado para evitar resbalones; es una buena ocasión para iniciarse en el uso de los bastones. Sin apenas rastro de la senda bajamos escorándonos hacia la derecha hasta encontrar un claro camino: la variante de Artadia del SL NA-138. Si lo seguimos hacia la derecha, encontraremos el trazado principal del sendero local, ya superado el túnel de Artadia, que nos devolverá a la estación del Plazaola pero también podemos forzar algo más la máquina y seguirlo hacia la izquierda. Ganamos así algo de altura entre magníficos robles hasta que andados casi cuatro kilómetros empezamos un cómodo llaneo por el bosque. No será raro descubrir escaladores trepando por las verticales paredes de la Hermana Menor, a nuestra izquierda.

Sin pérdida, alcanzamos una alambrada y portilla de madera junto a un abrevadero. Al otro lado el firme se encuentra algo deteriorado por rodadas de vehículos pesados y, si está embarrado, lo salvaremos por sendas a la izquierda. Continuamos en descenso siguiendo la alambrada hasta enlazar pronto con el camino de subida y bajar de nuevo al Plazaola.

5’2 km.

240 m.

semicircular por caminos y sendas de montaña. Bosque.

viniendo desde Iruñea y cruzando Irurtzun por su carretera principal, nos desviamos hacia la derecha siguiendo la indicación al cementerio y tanatorio. Al final del asfalto encontramos la amplia explanada del Plazaola, donde aparcamos el coche.

El Tren Txiki o Plazaola

Nació como ferrocarril minero, con la misión de transportar el hierro de las minas del paraje de Plazaola y Andoain, el yacimiento de Bizkotx, al puerto de Pasajes y a los hornos vascos. Su construcción comenzó a principios del siglo XX. Después amplió sus servicios y transportó pasajeros, acomodados en vagones que se enganchaban a los de mercancías. Más tarde, amplió el recorrido, unió Iruñea con Donostia.

El 19 de enero de 1914, partió de Pamplona el primer tren con pasajeros del Plazaola. Llegó a tener 84 kilómetros de recorrido en los que no faltaban viaductos, puentes y túneles, nada menos que sesenta y seis túneles de los que once estaban en el tramo de Irurtzun, por el valle de Larraun. Tras sufrir daños por inundaciones, se inició las desmantelación de las vías y el trazado quedó abandonado en 1958. A día de hoy se han recuperado más de cincuenta kilómetros como recorrido de vía verde entre Iruñea y Andoain, una deliciosa manera de conocer a golpe de pedal los paisajes de los valles de Larraun y Leitzaran.

De las antiguas estaciones repartidas a lo largo del recorrido, quedan en pie cuatro: Latasa, Uitzi, Leitza y Lekunberri, esta última rehabilitada y convertida en oficina de información turística, donde podremos conocer mejor la historia de este tren. Cuentan con cantina, alquiler de bicicletas y el vagón de los juegos, un espacio organizado dentro de un antiguo vagón en el que los más pequeños conocerán historias y anécdotas referidas a este tren ¡e incluso podrán jugar a ser maquinistas!

Rutas por Euskal Herria

DEL LIBRO: Rutas con niños por Navarra

TEXTO Y FOTOS: Pablo Hervás Pinilla