Un hombre ruso ha sido condenado a tres años y medio de prisión por torturar psicológicamente a sus vecinos durante dos años, en los cuales no les dejó descansar por medio de altísimos ruidos que provocaba de madrugada.

Yuri Kondratyev es el nombre del responsable de esta ocurrencia, que comenzó su maléfico plan después de quejarse por los ruidos que el hijo de sus vecinos hacía durante el día, a lo que la familia no hizo caso. La situación no se resolvió a gusto del hombre, por lo que en 2018 decidió proceder con un contraataque: molestaría a sus vecinos, y de paso, a toda la comunidad. Al principio, empezó con música rock fuerte durante horas y a un volumen considerado. Sin embargo, la tensión fue aumentando y de ahí pasó a poner grabaciones de caballos galopando y relinchando día y noche.

Obviamente, eso no solo afectó a los vecinos que tenían al niño, sino también al resto de la comunidad. Desesperados, la comunidad de vecinos de este edificio situado en la ciudad rusa de Niznhi Nóvgorod empezaró a denunciar a Kontrateyv ante la policía y otras instituciones e incluso intentaron que fuera ingresado en un centro psiquiátrico. La respuesta de Yuri fue no pagar las multas y meter a los vecinos en sus buzones un informe psiquiátrico que le declaraba apto y sano.

Tras más de 80 denuncias de sus vecinos a las que hizo caso omiso, los vecinos actuaron en plena sincronía y en diciembre de 2020, finalmente, el vecino "torturado" fue detenido por la policía. Ahora, como confirman medios locales, un juez le ha condenado a tres años y medio de prisión por incumplir la ley que castiga los daños mentales y físicos a terceros.