- Un estudio científico concluye que el atún rojo del Estrecho de Gibraltar ya era un manjar en el siglo V a.C. en la Grecia clásica, hasta donde se transportaba en ánforas cuyos restos con pescado han sido localizados en una antigua taberna de Corinto. Los autores del estudio, elaborado entre Sevilla y Atenas, inciden en que sus resultados permiten afirmar que las almadrabas y la fabricación de conservas no fueron prácticas innovadoras de la Bética romana de hace 2.000 años, sino que ya eran comunes en la zona cinco siglos antes, en la época fenicia. Para ello se han analizado restos de 178 ánforas hechas en Cádiz y Málaga, procedentes del yacimiento conocido como Punic Amphora Building de Corinto (Grecia), una edificación que se utilizaba como taberna y que se asentaba en el centro urbano de una de las mayores metrópolis de la época. Su estructura, que ha podido ser recreada gracias a técnicas de modelado 3D, constaba de dos plantas y un patio central desde el que se accedía a diversas estancias de servicio (cocinas, almacenes) y de atención al público (salones de banquetes). Así se concluye en el estudio internacional impulsado por el departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla y en el que colaboran la American School of Classical Studies at Athens y el Fitch Laboratory de la British School at Athens. Además, el estudio de los restos orgánicos asociados a estas ánforas ha demostrado que se consumió gran cantidad de atún en el edificio y que el pescado venía cortado en filetes o tacos rectangulares que aún conservaban la piel escamosa, y que en cada ánfora podía acumular casi un centenar de piezas de atún. Este hallazgo hace pensar que Cádiz era el principal centro de distribución en el Mediterráneo occidental y que controlaba el tráfico de salazones de pescado hacia el mundo griego, y su distribución una vez envasadas en ánforas.