- Patricia de la Piedra García, una mujer madrileña que lleva once años en Reino Unido, denunció públicamente que a su hija de dos años y a su hijo de 16 meses se les denegó la expedición del pasaporte porque la niña orinó en su orinal portátil en la sala de espera del consulado español en Londres. La mujer explicó que estaba en la ventanilla cuando se dio cuenta de lo que hacía la menor. «Me disculpé 150 veces, y cuando me dijeron que por lo sucedido no me iban a dar los pasaportes, me eché a llorar», explicó. "No entiendo por qué nos penalizaron así, que me pongan una multa si quieren, yo sé que no es correcto pero es una niña que acaba de dejar el pañal y los baños estaban cerrados al público. No fuimos a ofender al personal y nos echaron como a perros", aseguró.

La cita la había conseguido tras meses "entrando a diario a la web, que no es precisamente sencilla", para obtenerla, y "fui con todos los documentos en carpetas como si fuera a presentarme a un examen", tras haber hecho un viaje de un par de horas desde Kent, donde reside. En medio de la tensión del momento, puso una queja formal que el consulado respondió diciendo que "la utilización de un orinal en un espacio público ha sido considerada como una falta de respeto, más aún teniendo en cuenta la situación sanitaria actual", y en la que advierten, ante la solicitud de una nueva cita, que "la gran demanda de citas ocasiona que se agoten rápidamente y que sea difícil obtenerla". Los problemas no acabaron allí, ya que además de asegurar que se les trató mal, esto ralentizó el proceso para la obtención del libro de familia y posteriormente del pasaporte. "Como queríamos viajar a España, fuimos a por un salvoconducto que no nos quisieron dar porque la persona encargada supuestamente estaba mala. Como me quedé ahí exigiéndolo, fui escoltada por el guardia, como si fuera a hacer algo con una niña de meses al pecho". Interpuso una queja de la que nunca supo nada.