- Sevinc Ceklik, una joven turca de 25 años, decidió someterse a una operación clínica de cirugía plástica, aunque por error los médicos tuvieron que terminar amputándole las dos piernas para poder salvar su vida. Los hechos ocurrieron en un hospital privado de Estambul, en Turquía. Después de realizarse la rinoplastia, Ceklik se fue a su casa a recuperarse de la operación y comenzar con el postoperatorio, pero empezó a tener fiebre. Desde el hospital insistieron que estaba bien, incluso después de haberle retirado el yeso de la nariz. Sin embargo, su estado de salud comenzó a empeorar. Ceklik empezó a sentirse cansada y enferma constantemente y al poco tiempo sus piernas comenzaron a adquirir un color negrizo, que cada día empeoraba más. A raíz de esto fue hospitalizada en estado crítico. Los médicos de emergencia que la asistieron diagnosticaron que tenía envenenamiento en sangre por mala praxis en la operación rinoplástica. Así, informaron a la paciente de que la única manera de salvar su vida era amputando las dos piernas. La mujer presentó una queja por mala praxis reclamando al hospital una compensación de 99.928 libras (alrededor de 110.000 euros). Desde el hospital comunicaron que no tuvieron la culpa de la intoxicación de la mujer, aunque la investigación continúa en vía judicial y se espera que la decisión se tome el próximo mes de abril.