Diciembre es una de las épocas con más inclemencias meteorológicas del año. Frío, lluvia, nieve, heladas y niebla. Todos ellos exigen una actitud muy prudente al volante, pero hay mucho desconocimiento en torno a qué hay que hacer en un día con una niebla muy densa. Tenemos que ser conscientes de que reduce nuestra visibilidad y debemos ser más precavidos.

Consejos para conducir en un día de niebla:

1- Utilizar las luces antiniebla. Mientras que las delanteras son opcionales, las traseras no. Deben utilizarse obligatoriamente cuando la niebla es densa. Su función es hacernos ver al resto de vehículos. Pero hay que apagarlas cuando la niebla sea muy leve porque pueden llegar a deslumbrar al resto. Otro error muy frecuente es encender las luces largas, puesto que reflejan en la niebla y reducen la visibilidad.

2- Moderar la velocidad. Es imprescindible que, al pasar por un tramo con visibilidad reducida, reduzcamos la velocidad del vehículo, ya que puede aparecer otro automóvil delante nuestra y no tengamos tiempo para reaccionar.

3- Aumentar la distancia de seguridad. Debemos mantener una mayor distancia con el vehículo que vaya delante nuestra porque, en caso de frenada de emergencia, podríamos tener dificultades para detenernos al no ver con nitidez.

4- Conducir por el mismo carril. Si cambiamos de carril es más probable que nos convirtamos en un obstáculo para los demás, así que lo mejor que conduzcamos hacia delante sin hacer maniobras.

5- Parar. Si la niebla es tan densa que no nos permite conducir con seguridad, lo mejor es que estacionemos en una gasolinera o en un área de servicio hasta que se despeje. Sin embargo, nunca lo deberemos hacer en el arcén, puesto que nos podemos convertir en una distracción para otros conductores.