Dirigir una intervención remota, recuperar la fertilidad implantando ovarios en 3D, normalizar las televisitas mediante videollamadas... Son algunas de las opciones que está permitiendo desde hace poco tiempo la tecnología. Pero los avances van mucho más allá, pues se dirigen hacia una medicina predictiva, es decir, que nos dirá cómo se encontrará el paciente en el futuro, antes de que presente algún síntoma.

En esa línea trabajan investigadores del MIT-IBM Watson AI lab de Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos). En concreto, en el proyecto G-Net, una herramienta de inteligencia artificial capaz de hacer una estimación de los resultados tras aplicar varios tratamientos a los pacientes. Así, los médicos podrían anticiparse y conocer cómo afectaría cada tratamiento sin poner en riesgo a las personas. El objetivo final es desarrollar una técnica de aprendizaje automático que permita a los médicos explorar varios escenarios y opciones de tratamiento de Qué pasaría si, como señala en la web del MIT Li-wei Lehman, científico investigador y líder del proyecto.

La mayor novedad reside en que permite personalizar el tratamiento, es decir, que se puede ir cambiando según la evolución del paciente. Además, la herramienta tiene en cuenta el historial médico de cada persona, así como sus nuevas afecciones.

En relación a la personalización de tratamientos también está presente la genética. Y sobre esto se ha hablado en el último Mobile World Congress de Barcelona. Investigación, falta de datos, medicina de precisión personalizada... Han sido algunos de los conceptos de los principales temas de debate en torno a la tecnología y la salud en este evento.

En este sentido, destacan las terapias ARN, que se trata de una molécula similar al ADN, pero en este caso es de cadena sencilla y es el único material genético de ciertos virus. Desde el inicio de la pandemia se han dado a conocer más porque las vacunas de Pfizer y Moderna incluyen ARN, que son la base de terapias para curar otras enfermedades. De hecho, esta tecnología ya se está aplicando en el desarrollo de otras vacunas para enfermedades como el sida y en nuevos medicamentos.

Incluso el cáncer, el colesterol, las enfermedades neurodegenerativas o las denominadas raras podrían combatirse con moléculas ARN. La revista científica Nature ya contabilizó en 2020 en todo el mundo más de 400 proyectos en los que trabajaban en estas terapias. Algunos fármacos ya han sido aprobados y se usan, como el Nusinersen, medicamento que se emplea en el tratamiento de la atrofia muscular espinal.

La protonterapia se desarrolla con rapidez.

El cáncer

En el caso del cáncer, hoy en día ya se pueden conocer los tumores y qué los diferencia de las células normales, por lo que con moléculas ARN mensajero se podría hablar de una vacuna, pues sería posible inocular proteínas características de las células malignas para estimular al sistema inmunitario del paciente y que éste pueda atacar a las células cancerígenas. También existe otra terapia no tan dañina para el paciente para curar esta enfermedad. Se trata de la protonterapia. Es una forma de tratamiento de radiación que se usa para destruir las células tumorales. En lugar de usar rayos X (fotones y electrones), como hace la radioterapia, la protonterapia emplea protones para enviar haces (rayos) de alta energía. Y esto supone mayor beneficio para la persona enferma, ya que estas partículas atacan más directamente al tumor y no son tan perjudiciales para otras partes del cuerpo que están sanas.

Para los niños

Permanecer en un hospital ingresado no es agradable para nadie, y menos para un niño a quien se le priva de jugar en la calle, estar con sus amigos, etc. Por eso, en los centros hospitalarios ya cuentan con salas de juego y hasta prepararan actividades en días especiales para entretenerlos. Pero en el Hospital Sant Joan de Dèu de Barcelona quieren reducir más el impacto de la hospitalización y han presentado el proyecto ¡ZOOHHH!, impulsado también por el Mobile World Capital Barcelona, Vodafone y Fundación La Caixa junto con el Zoo de Barcelona.

En concreto, consiste en una cabina con una pantalla holográfica que simula un mirador de la naturaleza que permite vivir una experiencia interactiva con la fauna de una determinada zona del mundo. Así, se puede simular que se toca la cabeza de una jirafa, que un elefante saluda con la trompa o se puede ver cómo ruge un león. Y todo gracias a las imágenes 3D realizadas con fotografías tomadas a los animales del Zoo de Barcelona. Medicina en la Dark Web

Igual que protegemos nuestras cuentas bancarias, redes sociales y otros perfiles online con contraseñas para que solo nosotros podamos acceder a ellas, también es necesario hacerlo con los historiales médicos. Pero eso es competencia del centro sanitario correspondiente, claro. ¿Por qué? Porque los datos personales son muy vulnerables y susceptibles de que alguien los pueda adquirir de manera ilegal, por ejemplo en la Dark Web. Es una parte de Internet que está intencionadamente oculta, por lo que solo es accesible a través de determinados buscadores. Ya se han dado caso de compra de historiales médicos, que pueden conseguirse por poco más de un euro. Y es que según un estudio de la compañía de ciberseguridad Kaspersky, "para afrontar una nueva era de medicina digital es necesario reforzar las medidas de ciberseguridad". En cuanto al caso de España, la empresa afirma que el 60% de las firmas españolas que ofrecen servicios de telemedicina usan sistemas operativos antiguos.