El servicio meteorológico de Estados Unidos (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, conocido por sus siglas en inglés NWS-NOAA) ha alertado sobre una poderosa tormenta geomagnética que podría afectar a la Tierra. Generada por una erupción solar masiva, este fenómeno conocido como eyección de masa coronal (CME), puede generar grandes interrupciones en las telecomunicaciones en distintas partes del mundo.

Los meteorólogos que la detectaron han explicado que estas erupciones masivas ocurren durante los períodos de gran actividad solar. Por esto, lograron visibilizarla en el lado del sol que da sobre la Tierra, proveniente de la mancha solar activa llamada AR2882.

Según han indicado los científicos a cargo de su seguimiento, la tormenta se originó en la mancha solar activa AR2882 que entró en erupción el sábado. De esta manera, se produjo una llamarada solar a gran escala de clase M1.6, lo que generó la eyección de esta CME que, según sus cálculos, está dirigida hacia la Tierra.

Por otra parte, los expertos han advertido sobre los efectos que puede ocasionar en las latitudes más altas del planeta, debido a que son las zonas que están más expuestas. Así, señalaron que la tormenta geomagnética puede generar “irregularidades de orientación en los satélites afectados” por lo que se producirán problemas en la red eléctrica.

Asimismo, agregaron que se tratará de una tormenta que podría ser de categoría G2 (en la escala que va hasta G5) que, según su informe, es moderadamente fuerte.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU ha explicado que la tormenta podría llegar a Reino Unido y a Europa. “Existe una posibilidad de que una aurora llegue al extremo norte de Inglaterra e Irlanda del Norte, pero las nubes se rompen y, por lo tanto, los avistamientos son más probables en Irlanda del Norte”.

Una tormenta geomagnética o tormenta solar es una perturbación del campo magnético de la tierra que surge como consecuencia de una explosión en la superficie del Sol, que libera energía magnética que ha ido acumulando la atmósfera de la estrella. Estas explosiones equivale a millones de bombas de hidrógeno detonando al mismo tiempo.

Las explosiones solares producen un incremento brusco de las partículas cargadas de energía que constantemente produce el Sol, y que viajan por el espacio a una velocidad de entre 300 y 1.000 kilómetros por segundo.

Este fenómeno podría dara lugar en los próximos días a la aparición de espectaculares auroras en lugares tan remotos como Australia, Escocia, el sur de Suecia o los estados del norte de Estados Unidos.

Además, y esto es lo peligroso, una tormanta solar de esta magnitud podría generar daños en la electrónica de las naves espaciales, sobrecargas en la red eléctrica (que podría provocar incendios en los transformadores), pérdida de la señal GPS, interferencias en las señales de radio, (...)

Todo ello podría a su vez generar dificultades para la navegación aérea, daños en el cableado terrestre y mala conectividad en los daños submarinos. Las telecomunicaciones internacionales también podrían resultar afectadas, aunque la alerta ya ha puesto manos a la obra a los expertos de todo el mundo para intantar minimizar este complejo fenómeno.