Desde el Comité Olímpico Internacional (COI) se quiere dar un paso más y hacer hincapié en la tecnología para retransmitir cada prueba y que el telespectador viva una experiencia diferente. Y es que en esta edición, como novedad, la organización ha decidido la ausencia de público presencial por la mala evolución en Japón de la epidemia de coronavirus.

Para telespectadores

Así, hasta el 8 de agosto podremos ver a los atletas de una manera diferente gracias al sistema de retransmisión mediante realidad virtual elaborado por la empresa OBS, del propio comité organizador. Conocer cuándo un velocista alcanza su mayor velocidad o el ritmo cardíaco de un deportista en el punto álgido de su participación son algunos de los datos que podremos saber. Y todo ello con imágenes de mejor calidad, gracias a la ultra alta definición y el audio de alta generación, que hace que parezca que estemos en el mismo lugar que los deportistas. Además, el sistema grabará 9.5000 horas de contenido que se verá con ángulos de cámara nunca antes vistos.

Por otro lado, también para conocer más información de los atletas durante la prueba, Intel y Alibaba han desarrollado un seguimiento en 3D que utiliza la inteligencia artificial con cuatro cámaras que ofrecerán una vista tridimensional de cada participante. Y gracias a unos algoritmos de aprendizaje profundo que mostrarán información sobre su rendimiento, los entrenadores podrán darles indicaciones para mejorar sus resultados. Esa información se almacenará en un servidor en la nube a la que también tendrán acceso los periodistas para informar. Con este sistema el Big Data llegará a los Juegos Olímpicos. Y se empleará la tecnología 5G para retransmitir todos los eventos en 12K.

Sin público, ni siquiera local

La tecnología se iba a emplear especialmente en tres disciplinas, y la iba a disfrutar el público asistente a las pruebas de golf, natación y vela. Para la primera, la organización retransmitirá simultáneamente vídeos desde distintos ángulos del campo. Los espectadores tendrían así la posibilidad de elegir varios vídeos y verlos a la vez. Para las pruebas de vela, se dispondría de una pantalla de 50 metros en una embarcación cercana al puerto. De esta manera, no harían falta los prismáticos. Y, por último, para la disciplina de natación, se pensaba repartir entre los

asistentes dispositivos de realidad aumentada para que conocieran otros datos sobre los nadadores. Todo ello ahora está en entredicho y no se sabe cómo se reciclarán tan importantes novedades.

Transporte

Los vehículos autónomos estarán a la orden del día las próximas semanas en Tokio para llevar a los deportistas, pero también los eléctricos que ya se encuentran aparcados en la Villa Olímpica, donde vivirán todos los participantes en el campeonato. Los atletas dispondrán de una flota de taxis y autobuses para desplazarse a las instalaciones de entrenamientos y a las sedes donde competirán, ya que tienen prohibido montarse en el transporte público local.

Seguridad

Mención especial merece el apartado de seguridad, especialmente en lo que se refiere al coronavirus. Para mejorarla, se utilizará por primera vez en este tipo de competiciones el reconocimiento facial. Cerca de 300.000 personas entre atletas, medios de comunicación, personal y voluntarios se darán cita en estos juegos, y la empresa NEC Global ya tiene preparado el sistema para reconocer a cada una de ellas para acceder a los recintos y comprobar si lleva mascarilla. Los escáneres faciales permitirán también ahorrar tiempo durante el control de aforo. También se controlarán los vehículos.

Por otro lado, la Villa Olímpica será muy diferente a las villas de otras ediciones. Los atletas y el personal técnico se alojarán en habitaciones individuales o dobles construidas en bloques especialmente para este evento en una isla artificial de la bahía de Tokio. No podrán salir del recinto, excepto para acudir a entrenamientos o pruebas. Por eso, se ha habilitado un gimnasio, zonas verdes para el ocio y varios restaurantes.

Pero lo más destacado es la instalación de un centro especial al que deberán acudir quienes hayan dado positivo por Covid-19 en las pruebas diarias que les harán. Y también contará con un equipo especializado en localizar a gente que haya estado en contacto con una persona infectada. Lo dicho, una edición extraña por culpa de la pandemia.

EL DATO

Japón se convierte por segunda vez en sede de los Juegos Olímpicos y está clara su apuesta por la tecnología. De hecho, cabe destacar que fue este país, anfitriona de este campeonato en 1964, el que por esas fechas retransmitió por primera vez los juegos por televisión a color y en directo vía satélite por Europa y Norteamérica.