Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, alcanzó este martes el espacio tras despegar desde una base en el oeste de Texas (EE.UU.) a bordo del cohete New Shepard, con el que superó los 106 kilómetros de altura para luego emprender el regreso a la Tierra, en un viaje de unos once minutos de duración.

Dentro de la nave fabricada por Blue Origin, la compañía aeroespacial creada por Bezos en el año 2000, el fundador y hasta hace poco consejero delegado de Amazon viajó acompañado de su hermano, Mark; la piloto de 82 años Wally Funk; y Oliver Daemen, un estudiante neerlandés de 18 años e hijo de un multimillonario.

El vuelo suborbital automatizado de la nave se prolongó durante 10 minutos y 29 segundos, despegando con un retraso de 12 minutos por ajustes técnicos desde la base Launch Site One que Blue Origin levantó en un área despoblada al oeste de Texas.

Cuatro minutos después del despegue, la nave alcanzó una altura máxima de 107 kilómetros de altitud --algo más de los 100 kilómetros del límite del espacio fijado por la línea Karmán--, lo que permitió a los miembros de la tripulación experimentar la ingravidez y admirar desde los grandes ventanales de la cápsula la curvatura del planeta, su superficie y la oscuridad del espacio exterior.

Con 18 metros de altura, New Shepard, compuesto por un cohete impulsor y una cápsula en su cúspide, ha volado antes en catorce ocasiones sin tripulación para la puesta a prueba y comprobar los mecanismos de seguridad para la nave.

Tras cumplir su propósito, el propulsor regresó siete minutos después del despegue de forma autónoma a una plataforma de aterrizaje al norte de su lugar de lanzamiento, mientras que la cápsula volvió a la Tierra en caída libre con tres paracaídas gigantes y, en el último paso, un propulsor que aseguró un aterrizaje suave en el desierto.

"El mejor día", exclamó desde dentro de la cápsula Bezos, una vez que aterrizó. A diferencia del trayecto que hizo hace poco más de una semana desde Nuevo México el multimillonario Richard Branson, en el viaje de hoy Bezos y sus acompañantes superaron la línea imaginaria de Karman, situada a 99,7 kilómetros de la Tierra y que en algunos ámbitos científicos se acepta como la división entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior.

Desde hoy Bezos es otro multimillonario que se erige en pionero del turismo más allá del planeta, luego de que Branson, a sus 70 años, alcanzara las fronteras del espacio a bordo de un avión fabricado por su compañía Virgin Galactic, con el que, a una velocidad tres veces superior a la del sonido, cruzó los 80 kilómetros de altura.

En ese punto, Branson y los otros cinco ocupantes del plateado avión VSS Unity experimentaron también la ingravidez, por casi unos cuatro minutos, y pudieron observar la curvatura de la Tierra.

A Branson y Bezos se suma Elon Musk, el fundador del fabricante de coches eléctricos Tesla y de SpaceX, la firma contratista de la NASA que ya ha enviado astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI) y que hacia fines de este año espera llevar a cabo el primer viaje tripulado con fondos privados al espacio.

Musk, que trabaja en proyectos para fundar bases terrestres en Marte durante este siglo, no tiene por el momento intenciones de surcar él mismo las fronteras de la atmósfera terrestre.